Carla Stavraky
Madrid, 13 sep (EFE).- Ernesto tiene 91 años y ha donado su herencia a la ONG Acción contra el Hambre. Miren, socia de Médicos sin Fronteras desde hace quince años, también ha dejado a esta entidad parte de su legado: "¿Qué menos podemos hacer para ayudar?".
Con motivo del Día Internacional del Testamento Solidario, la plataforma Haz Testamento Solidario, que integran veintidós asociaciones sin ánimo de lucro entre las que figuran las dos mencionadas, celebran que gestos como los de Ernesto y Miren se hayan convertido en una tendencia en aumento año a año.
Los datos de esta alianza de ONG muestran que en 2022 recibieron por esta vía 40,9 millones de euros, un 21 % más que el año anterior (33,8 millones de euros), gracias a la generosidad de 325 donantes, pero las cifras de Cáritas, que no participa en esa campaña, incluso los superan.
En su última memoria, esta entidad católica indicaba que los fondos recibidos a partir de los legados en 2022 rondaban los 42,8 millones de euros. Los testamentos solidarios suponían ya el 9 % de su financiación total.
Médicos Sin Fronteras ha duplicado en una década el número de herencias recibidas y la recaudación anual se ha multiplicado por siete en los últimos 15 años, pasando de 1,2 millones de euros en 2008 a 8,5 millones en 2022. Un cuarto del total de ingresos de Manos Unidas, procede de legados solidarios (11,4 millones).
"Para una ONG, recibir la noticia de que van a ser incluidos en un testamento es una gran satisfacción", indica la plataforma, que destaca que las entidades dedican el cien por cien de las cuantías percibidas a sus labores humanitarias.
"SE PUEDE HACER MUCHO DESDE CASA"
"La mitad de los niños que mueren hoy día en el mundo lo hacen por problemas de hambre o desnutrición. Eso me llevó a reflexionar qué es lo que podía hacer", cuenta Ernesto a EFE, que aunque nunca fue socio de Acción Contra el Hambre, les ha dejado 25.000 euros en su testamento.
"Siempre he colaborado con otras entidades, pero llegó un momento que, dado que ya era muy mayor y estaba jubilado, pensé que lo mejor que podía hacer era suscribir un testamento solidario, y así lo hice", declara.
Miren, por su parte, ya era socia desde hace muchos años de Médicos Sin Fronteras, por lo que no le costó poner su confianza en la organización. "Se puede hacer mucho desde casa y desde todos los sitios. Por eso, el día que no esté, a través del testamento también seguiré ayudando durante una temporada", explica.
MÁS ALLÁ DEL EGOCENTRISMO
Según el psicólogo Ángel Peralbo el acto de hacer un testamento solidario no está estrechamente ligado con la edad, sino con un proceso de evolución y madurez.
"Se trata de un perfil de persona que tiene experiencias lo suficientemente acumuladas como para poder llegar a hacer esta trascendencia, en la que uno pasa de una visión egocéntrica a una más externa", asegura a EFE.
En ocasiones, los testadores solidarios han sufrido personal o familiarmente o se han sensibilizado y es cuando empiezan a adquirir una capacidad de reparto y justicia, muchas veces en contra de los intereses de la propia familia, añade.
"A mi familia sé que no le parece bien pero no me importa porque yo no tengo padres ni hijos, por lo tanto, no hay herederos legales", opina Concha, malagueña y quién ha tomado la decisión de donar toda su herencia en su testamento solidario.
Aunque el hecho de tener herederos legales puede condicionar a muchas personas esta decisión, el psicólogo considera que es un momento en el que la persona puede permitirse "hacer un reparto más equitativo" y no depender tanto de esa "obligación moral", sino de sus principios.
Ese planteamiento se hizo Miren, quien ha decidido que la mitad de sus bienes son para su hijo de 42 años y la otra, para Médicos Sin Fronteras. "Cuando se lo comenté en su momento lo entendió perfectamente", reconoce.
UN PROCESO FÁCIL Y BARATO
Un apartamento, parte de tus ahorros, una joya... Cualquiera de esas opciones pueden constituir un legado solidario, una donación de una parte de una herencia o de toda para apoyar tras el fallecimiento a organizaciones y entidades con las que se comparte el compromiso con las causas solidarias.
Tanto Miren como Ernesto relatan que el proceso para suscribir un testamento solidario es muy sencillo, ya que la propia organización les proporcionó la información para hacer la grabación y todo lo que suponía.
Además no es muy costoso. Como cuenta Concha donó su piso porque "no tenía nada más" y el proceso le costó 45 euros. EFE
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