Madrid, 29 ago (EFECOM).- La escasez de combustibles de aviación sostenibles (SAF) de cara a 2030 "supondrá un obstáculo" para conseguir el objetivo de la industria mundial de la aviación de lograr cero emisiones netas de carbono para 2050, según un informe de la consultora Oliver Wyman.
Es probable que para 2030 se hayan conseguido hasta 5.400 millones de galones de SAF, pero el sector aéreo necesitará 16.000 millones solo para mantener las emisiones en los niveles de 2019, de acuerdo con el estudio elaborado en colaboración con Airports Council International (ACI) y el Centro Global para el Turismo Sostenible (STGC), creado por el Ministerio de Turismo de Arabia Saudí.
Por ello, la prioridad de cara a 2030 será la de aumentar el suministro y la comercialización de SAF, que pueden obtenerse a partir de residuos o materias primas sostenibles que limiten las consecuencias negativas para el medio ambiente.
Por otro lado, en los aeropuertos, elementos como la electrificación de los vehículos para trasladar al personal y la carga, el uso de remolques eléctricos para los aviones, la reducción del consumo de las instalaciones, así como el uso de materiales de construcción sostenibles, serán elementos determinantes para reducir las emisiones generadas por el sector.
Además se prevé que en 2035 estén operativos los primeros aviones de hidrógeno.
Todo ello con el fin de alcanzar en 2050 que los aeropuertos se conviertan en centros energéticos y productores de energía que ayuden a complementar los recursos disponibles en la red nacional y garantizar la disponibilidad de energía verde, contribuyendo así a la descarbonización no solo de su sector, sino a nivel global.
BIOMETRÍA Y AUTOMATIZACIÓN
Los avances tecnológicos en biometría, Inteligencia Artificial (IA) y aprendizaje automático (ML), impresión 3D y automatización modificarán los modelos operativos tradicionales y será lo que caracterice a los aeropuertos cero emisiones del futuro.
Será toda una revolución para la experiencia del pasajero, con ventajas que irán desde la recogida gratuita de equipaje a domicilio hasta salas de videojuegos de realidad virtual, añade el estudio.
El despliegue de la tecnología brindará la oportunidad de replantearse los modelos operativos tradicionales, para ofrecer un procesamiento de pasajeros “en movimiento”, que forme parte de una experiencia del pasajero personalizada, a la carta, sin contacto y eficiente.
Más allá de la innovación digital, para 2040, los aeropuertos dejarán de ser lugares de paso para convertirse en ciudades aeroportuarias de ocio o “aerotrópolis”, que integrarán salas VIP con un sinfín de actividades interrelacionadas y nuevas experiencias como cines, piscinas u opciones de juego de realidad virtual.
Asimismo, la transformación del procesamiento de pasajeros provocará un cambio significativo en la distribución interna de las terminales aeroportuarias.
La reducción de las colas en los mostradores de facturación y de control de seguridad, así como las comunicaciones interactivas y en tiempo real darán lugar a nuevas oportunidades de negocio para el comercio minorista y de ocio.
ESPECIALIZACIÓN Y EFICIENCIA
La escasez de mano de obra existente desde la covid-19 en la industria de la aviación "sigue siendo un reto en la actualidad y amenaza con limitar la capacidad de satisfacer la creciente demanda".
Aproximadamente el 54 % de los 11,3 millones de personas que trabajan en el sector de la aviación lo hacen en aeropuertos, lo que representa el 3,9 % de la población activa total de la industria de viajes y turismo (289 millones).
A medida que la IA y otras tecnologías transformen las operaciones aeroportuarias tradicionales, las funciones de los trabajadores serán cada vez más especializadas y enfocadas en el manejo, mantenimiento y control de estos sistemas.
Por su parte, el sector también deberá enfocarse en atraer a mano de obra más polivalente, como la que constituye la generación Z.
Para ello será necesaria la colaboración con el mundo académico para crear interés en el sector, facilitar una contratación suficiente de trabajadores para satisfacer la demanda futura y garantizar que los empleados tengan las cualificaciones adecuadas para los cargos ofertados.
En definitiva, adecuar la creciente demanda de viajes a las limitaciones de la mano de obra es otro gran reto a medio plazo que requerirá grandes inversiones del sector.
Sin embargo, de cara a 2050, muchas de esas funciones acabarán siendo automatizadas, por lo que se acabará reduciendo la necesidad de mano de obra para satisfacer las necesidades de los pasajeros. EFECOM
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