Alberto Núñez Feijóo ha inaugurado este domingo el curso político en su tierra natal. El líder del PP ha reunido en Soutomaior (Pontevedra) a sus principales barones territoriales para dejar clara su intención de convertirse en el próximo presidente del Gobierno. El acto, no obstante, estuvo marcado por dos grandes ausencias, las de Isabel Díaz Ayuso y Carlos Mazón. Tampoco han acudido los presidentes de Cantabria y La Rioja, María José Sáenz de Buruaga y Gonzalo Capellán.
Feijóo ha asegurado que se reunirá “con los grupos políticos que quieran hablar” para negociar su posible investidura, agendada para el 26 de septiembre. El candidato a la presidencia del Gobierno también se ha mostrado dispuesto a escuchar las propuestas de los presidentes autonómicos que quieran “aportar”, si bien ha advertido que no aceptará “chantajes” y tampoco se someterá a la voluntad de “las minorías”.
El popular ha destacado que su predisposición al diálogo no quiere decir que vaya a aceptar “lo que está dispuesto a aceptar” el PSOE. “El encargo de la investidura conlleva la obligación de hablar con aquellos que quieran hablar y después se puede coincidir o discrepar. Esto es lo que intentaré durante las próximas semanas. Hablar sí, dialogar también, pero chantajes no, subastas no”, ha continuado.
“No somos Sánchez. No seré presidente del Gobierno a cualquier precio”, ha garantizado el candidato. Feijóo también ha avanzado que planteará las reformas que considera “necesarias” para el momento político, económico e institucional actual frente al “modelo de fragmentación, cesiones, rupturas y divisiones que aboca a nuestro país a un abismo territorial, político, existencial y económico”.
La investidura, un plan a largo plazo
El número uno del PP ha estado acompañado por el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, además de otros miembros de la Ejecutiva Nacional, como Borja Semper o Cuca Gamarra. La mayoría de los líderes autonómicos tampoco se han perdido la cita, un encuentro en el que han participado Alfonso Rueda, Juanma Moreno, Alfonso Fernández Mañueco, María Guardiola, Marga Prohens, Jorge Azcón o Fernando López Miras, cuya investidura sigue en el aire. La intervención de Feijóo contó con el beneplácito de unos 1.500 cargos del partido, entre ellos, parte del núcleo duro del candidato durante su anterior etapa al frente de la Xunta de Galicia.
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“Vamos a presentar nuestra candidatura a la presidencia del Gobierno, aunque no salga adelante por cuatro votos. Lo que sí os puedo asegurar es que las ideas, las propuestas y el programa que voy a exponer en el Congreso de los Diputados tendrán vigor durante los próximos años”, ha terminado. Estas declaraciones llegan pocas horas después de que algunos populares apelasen al voto tránsfuga de los socialistas “incómodos” y hablasen de Junts como “un partido cuya tradición y legalidad no están en duda”, una afirmación que choca con las duras críticas al independentismo vertidas durante los últimos años por los mismos dirigentes.
Alberto Núñez Feijóo ha insistido en que prefiere “perder una investidura y que no pierda España”, para luego añadir que él quiere ser “un presidente libre y no secuestrado”. El popular baraja la posibilidad de que la investidura no prospere, por eso dice que, aunque no salga adelante “a corto plazo”, servirá para “poner la primera piedra del próximo Gobierno de España”, que, según palabras propias, “antes o después será del PP”.
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