Laura López
Madrid, 20 ago (EFE).- Las víctimas de accidentes tráfico son partidarias de "llamar a las cosas por su nombre" y crear la figura de "homicidio en carretera" para las imprudencias al volante que causan muertes, como el consumo de alcohol y drogas, en lugar de considerarlo homicidio imprudente.
Así lo han manifestado, en declaraciones a EFE, entidades relacionadas con la seguridad vial al opinar sobre la intención del Gobierno francés de crear un delito de homicidio de carretera para los casos que ahora se califican como homicidio involuntario causado por un vehículo, una medida que no modificaría las penas pero respondería a una demanda de las asociaciones de víctimas.
Para Vicente Sánchez, de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico (PAT), "todo lo que sea llamar a las cosas por su nombre es bueno", especialmente en este tipo de hechos, que a menudo se minimizan bajo el calificativo de "accidentes" cuando son evitables.
"Estamos muy acostumbrados a las muertes en carretera provocadas por conductores imprudentes, como si fueran muertes naturales", lamenta Sánchez.
Desde Stop Accidentes también defienden que sería adecuado crear una figura específica para estos casos y evitar la figura de "homicidio imprudente".
"El calificativo de imprudente da idea de casual o fortuito y detrás de la ingesta de alcohol o de drogas, de saltarse las normas y las leyes, no hay ninguna casualidad, no es algo accidental ni muchísimo menos", opina su presidenta, Ana Novella.
Según datos del Ministerio del Interior, en 2020 un total de 26 personas se encontraban en la cárcel acusadas o condenadas por homicidio imprudente con vehículo a motor, de las cuales solo dos eran mujeres.
Con un franja de edad de entre 31 y 40 años, estos condenados permanecen en prisión una media de 4 años y han causado la muerte de alguien por conducir en sentido contrario o bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Este delito representa el 20 % de los homicidios imprudentes, el 0,7 % del total de los homicidios y el 2,4 % de los internos en prisión por delitos de seguridad vial.
LAS VÍCTIMAS PIDEN MÁS CÁRCEL Y MAYORES INDEMNIZACIONES
La presidenta de Stop Accidentes, Ana Novella, va más allá y considera que en España debería acometerse una "elevación" de las penas ya que, "por desgracia, es a través de la sanción y la represión que las personas reaccionan".
En 2019 ya se reformó el Código Penal para endurecer las condenas por imprudencias en la conducción, de forma que un delito contra la seguridad vial que causa fallecidos o heridos es siempre tipificado como imprudencia grave y castigado con penas de entre uno y cuatro años.
Pero si la imprudencia causa al menos dos muertos o uno y un herido muy grave se podrá condenar al culpable a seis años de cárcel y, si hay múltiples víctimas mortales, la privación de libertad puede ser de hasta nueve.
Otras entidades, como la Asociación de Víctimas de Accidentes (DIA), no ven necesario incrementar las penas previstas, sino aplicar las máximas con más frecuencia: "Si tiene que entrar alguien en la cárcel, que entre, pero es que la víctima ha perdido un ser querido para siempre", defiende su presidente, Francisco Canes.
Esta organización pide, sobre todo, aumentar la cuantía de las indemnizaciones a los familiares: "El dinero es una ayuda para llevar la situación adelante aunque moralmente no te resarce del daño sufrido o que vas a sufrir", recuerda.
Desde PAT aseguran "ser más amantes de la reinserción que de la cárcel", según su presidente, Vicente Sánchez, que aboga por castigar más la reincidencia evitando que una persona que ha perdido el carnet varias veces pueda volver a obtenerlo en un tiempo o recurriendo en más ocasiones a la retirada del vehículo, algo que hoy "prácticamente no se lleva a cabo", asegura.
Muchos conductores también creen que la creación de un delito para los homicidios en carretera sería positivo porque pondría la seguridad vial en el centro del debate, como señala el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo.
En cualquier caso, apela a no tomar este tipo de decisiones "por emociones", como en su opinión ha ocurrido en el caso del país vecino, y recuerda toda aplicación del Código Penal es un fracaso porque llega cuando ya hay víctimas que lamentar.
A su juicio, hay que trabajar en evitar que los siniestros se produzcan con medidas de prevención como la instalación de "alcolocks" en todos los vehículos, unos dispositivos que miden la tasa de alcohol en el organismo a través del aire espirado e impiden el arranque si se supera la permitida para circular.
ESPAÑA TIENE UN "CLARO PROBLEMA" DE SINIESTRALIDAD VIAL
Para el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús, la creación del calificativo "homicidio en carretera" lanzaría un mensaje a la sociedad, sería "muy didáctico" y "debería ser disuasorio".
Monclús recuerda que España tiene "un claro problema, poco conocido" de siniestralidad vial que va "más allá de los homicidios" y que exige una atención mucho mayor.
A este respecto, cita los últimos datos de la Fiscalía de Sala de Seguridad Vial: el 42 % de todas las diligencias urgentes realizadas en 2022 fueron por delitos contra la seguridad vial y se dictaron 104.660 sentencias condenatorias, el mayor número de toda la serie histórica. EFE
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(Recursos de archivo en www.lafototeca.com cód 21513423 y otros)