Cádiz, 8 ago (EFE).- El Cádiz afronta su cuarta temporada consecutiva en Primera División con el mismo objetivo que en las anteriores, conseguir una permanencia que en las dos últimas campañas ha logrado de la mano del entrenador catalán Sergio González, quien solventó dificultades en ambas que hicieron temer por la categoría.
Hace dos cursos, la salvación se logró llegando a la última jornada en posición de descenso y superando el reto a falta de un cuarto de hora para el final del partido ganado en campo del Alavés (0-1).
En el pasado ejercicio la situación se pudo enderezar antes, ya que aunque tampoco pudieron los gaditanos salvarse de manera previa al último partido, disputado en Elche, sí certificaron la permanencia desde una plaza alejada del peligro, sin el agobio clasificatorio final.
La espada de Damocles que se cernía sobre el Cádiz sobrevoló muy pronto y ello dio pie a tener tiempo para reaccionar. Los gaditanos cayeron derrotados en los cinco primeros partidos de Liga, sin marcar ningún gol y encajando varias goleadas que les colocaron con cero puntos y catorce goles en contra antes de afrontar el sexto partido liguero.
Un triunfo en casa del Valladolid (0-1) salvó la cabeza de González y dio alas a su equipo para empezar a arañar puntos. Se tardó toda la primera vuelta en escapar de las posiciones de descenso y hasta la vigésima primera jornada, gracias a un triunfo en casa ante el Girona (2-0), no se pudo salir de las plazas de peligro.
La dirección deportiva acertó en los fichajes del mercado de invierno, que potenciaron la plantilla. Destacó el argentino Gonzalo Escalante en el centro del campo, autor de cuatro goles; y también los delanteros Sergi Guardiola, que marcó tres; o Roger Martí y Chris Ramos, con uno cada uno; además de la labor del defensa Jorge Meré.
Todos estos refuerzos continúan esta temporada debido a su buen rendimiento, en una plantilla que ha sufrido la baja importante del atacante belga Theo Bongonda, traspasado al Spartak de Moscú.
Para sustituirlo el Cádiz se ha hecho con los servicios del venezolano Darwin Machís, procedente del Valladolid y que retorna al equipo gaditano, con el que jugó en Segunda División en la temporada 2018-19 y contabilizó ocho goles, olfato ante la meta rival qu esta pretemporada parece que no ha perdido.
Además, han llegado los laterales izquierdos Javi Hernández, procedente del Girona; y Lucas Pires, brasileño que arribó desde el Santos de su país, operaciones de un mercado que no está cerrado, por lo que hay esperar que el Cádiz firme algún futbolista más antes del cierre del ciclo de fichajes a finales de agosto y también que se produzca alguna que otra salida.
Mientras, el club también ha querido amarrar algunas operaciones de ampliaciones de contrato, como han sido la del central valenciano Rafael Giménez ‘Fali’, que cumplirá 30 años este agosto y ha renovado hasta el 2026 con un Cádiz al que llegó en 2018.
Otro que sigue en el equipo amarillo es el lateral derecho de la localidad gaditana de El Puerto de Santa María Isaac Carcelén 'Iza', también de 30 años y que prorroga hasta 2025 después de ligarse al club en la temporada 2019-20.