Agosto avanza y nos aproximamos a uno de los mayores espectáculos observables a lo largo del año. Solo hace falta la mayor oscuridad que nos sea posible, huir de la contaminación lumínica y mirar al cielo para asistir a una lluvia de meteoros. Sucede porque la Tierra atraviesa la nube de polvo y rocas que el cometa Swift-Tuttle ha dejado en cada una de sus órbitas alrededor del Sol. Esto hace que desde mediados de julio hasta finales de agosto sean visibles las llamadas Perseidas, en España también conocidas como ‘Lágrimas de San Lorenzo’ por la fecha en la que mejor se vislumbran, las noches de los días 12 y 13.
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Explica el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que al contrario de lo que su nombre indica, la única relación que guardan las “estrellas fugaces” con las gigantescas bolas de gas en combustión que son las estrellas es el nombre. ”Y es que, cuando hablamos de ‘estrellas fugaces’, nos referimos a pequeñísimas partículas de polvo, algunas menores que un grano de arena, que se desprenden de los cometas o asteroides a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol”, explica la institución científica.
La nube de partículas (llamadas meteoroides) es resultado del deshielo que produce el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada por la Tierra en su recorrido anual alrededor del Sol. Durante este encuentro, los granitos de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros. En el caso de las Perseidas, el cuerpo celeste del que se han desprendido es el cometa Swift-Tuttle, descubierto en 1862 y que, con un tamaño aproximado de 26 kilómetros de diámetro, es el mayor objeto que se acerca de forma periódica a la Tierra.
Cuándo ver las Perseidas
Sin embargo, el nombre de ‘Perseidas’ lo reciben por la constelación de Perseo, ya que el punto del cielo en el que se encuentra esta constelación es desde donde parecen nacer. Detalla también el IAC que uno de los principales problemas a la hora de realizar observaciones astronómicas es la contaminación lumínica, por lo que para disfrutar de la lluvia de meteoros más esperada del verano lo primero será elegir un lugar con cielos despejados, alejado de las luces de las ciudades. También será importante esperar hasta la medianoche, cuando la constelación de Perseo se encuentre en el zénit (justo en la vertical del lugar en el que nos encontremos).
Y por último “deberemos armarnos de paciencia”, señala el IAC, que aconseja una posición cómoda y llevar algo de abrigo para aguantar 15 minutos observando el mismo punto del cielo. Durante ese tiempo, si las condiciones son idóneas, se deberían observar entre 20 y 25 meteoros.
Este año, el lapso de tiempo más óptimo para observar las Perseidas se espera entre las 01:00 y las 02:45 horas del 14 de agosto, es decir, la madrugada del lunes. Además, en esta ocasión la Luna será una delgada media luna saliendo poco antes de que comience el crepúsculo, por lo que la luz de la luna no interferirá, y hay una ventaja real de estar en un sitio de cielo oscuro lejos de pueblos y ciudades.
(Información de EFE y Europa Press)
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