Joss Stone, el encanto al servicio de una voz

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Mercedes Zabaleta

San Sebastián, 25 jul (EFE).- La británica Joss Stone ha desplegado su encanto y su amplísimo registro vocal en un concierto memorable que ha cerrado la 58 edición del Festival de Jazz de San Sebastián (España) con una muestra de rhytm and blues y de swing.

En la carrera de esta artista los números resultan abrumadores ya que, con solo 35 años, celebra con esta gira el 20 aniversario de su primer disco, "The Soul Sessions".

Comenzó con 13 años al ganar un "talent show" de la televisión británica, con 15 ya había grabado su primer álbum y, desde entonces, ha vendido 15 millones de discos, ha ganado un Grammy y dos Brit-awards.

Acompañada de una estupenda banda, Joss ha irrumpido en el escenario de la plaza de la Trinidad con un vaporoso vestido de tul rosa, su melena rubia suelta y, por supuesto, descalza, como tiene por costumbre actuar.

Desde el primer momento se ha mostrado locuaz y ha presentado los temas con detenimiento, pero el contacto con el público se ha hecho más evidente cuando ha decidido, mientras interpretaba "Super Duper Love", bajar del escenario y recorrer el pasillo central entremezclándose con los asistentes.

Incluso se ha llegado a subir a una silla donde ha seguido cantando con su voz de mezzo que obedece sin pestañear a todas sus exigencias.

Tras "Jet Lac", ha llegado el turno de "Proper Nice", "Tell me about it" y otras canciones entre las que ha introducido guiños a artistas como Roberta Flack hasta que ha llegado el turno de "Lock of Love" de Nina Simone.

El concierto no ha bajado en ningún momento el nivel de intensidad tanto de los músicos como de la propia Joss, que ha imbuido el enclave donostiarra de un halo de club de música de los sesenta.

Cuando ya habían pasado más de tres cuartos de hora, Joss se ha cambiado de vestido y ha aparecido con un ajustado traje largo de lentejuelas con el que ha comenzado a cantar el Reggae Madley.

En ese momento la climatología cantábrica ha hecho su aparición.

"It's ranning?", ha preguntado la cantante, que ha demostrado que la lluvia nunca puede ser un obstáculos para una inglesa y ha vuelto a bajar al anfiteatro, con lentejuelas y descalza, para compartir su música con el público, ya en éxtasis.

Stone ha concluido el concierto con un tema de Aretha Francklin y otro de Janis Joplin con los que ha demostrado que el sobrenombre de "Aretha Joplin" con el que le denominan algunos críticos no está desencaminado.

RITMO AFRICANO

La plaza de la Trinidad ha recibido animada a la vocalista británica ya que el grupo maliense Bamba Wassoulou Groove, fundado por Bamba Dembelé, se ha encargado de caldear el ambiente.

Bamba Wassoulou, en especial su vocalista que no ha parado de bailar y animar al público, ha sabido transmitir la alegría contagiosa de la música africana.

FLAMENCO TRASGRESOR

Horas antes, el flamenco transgresor resultado de la alianza entre la cantaora Rocío Márquez y la música electrónica de Bronquio han llenado el Kursaal.

La cantaora onubense, siempre dispuesta a ensanchar los marcos del flamenco, y el jerezano Bronquio, considerado uno de los puntales de la música electrónica española, han presentado su disco "Tercer cielo".

Rocío es flamenca desde niña y ganó con 22 años la prestigiosa Lámpara Minera en el Festival Internacional del Cante Minas de La Unión.

La trayectoria de Santi Gonzalo, la identidad que se esconde bajo el alias de Bronquio, ha discurrido por caminos diferentes. Tras sus primeros pasos con un grupo punk se pasó a la música producida por ordenador y desde entonces no ha parado.

El escenario del Kursaal ha estado atravesado por una enorme tela blanca que ha funcionado como eje del espectáculo en el que la parte teatral y el baile han tenido un peso considerable.

El dúo ha desgranado un repertorio de sonido flamenco pasado por el tamiz experimental que, a ratos desdibuja los contornos de los palos hasta hacerlos imperceptibles, y en otros momentos suenan rotundos, arraigados a la tradición.

Así se han sucedido los tangos de "Agua", el garrotin de "Un ala rota", el aguilando de "Dorga cara", la rondeña "Empezaron los 40", en la que ha asomado en el cante de Márquez la hondura del jondo y la pegadiza rumba "De mi", que han cantado juntos.

El recital ha concluido con unos minutos de música "tecno" que han corrido a cargo de Bronquio que ha dotado a su selección de un aire desasosegante.EFE

mz/jpd

(foto)

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