Barcelona, 29 jun.. Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV), del Hospital Pere Mata de Reus y de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, con la colaboración del CIBER en Salud Mental (CIBERSAM), han hallado la base genética que contribuye a generar la aparición de los primeros síntomas de la esquizofrenia.
Según los investigadores, este hallazgo, que publica la revista 'Translational Psychiatry', es crucial para abordar la esquizofrenia ya que si pueden predecir a qué edad empezarán a aparecer los primeros síntomas, podrán incidir antes de que estos se manifiesten y ello permitirá mejorar la calidad de vida del paciente.
Se trata del mayor estudio hecho en este campo, con una muestra de 4.740 personas de ascendencia europea, en los que los investigadores han analizado todo el genoma humano, lo que les ha permitido conocer el papel que juega la carga genética de una persona en la manifestación de los primeros síntomas de la esquizofrenia, normalmente en la adolescencia tardía o al principio de edad adulta.
Han encontrado que entre el 17 y el 21 % de los factores que contribuyen a su aparición son de base genética y el resto de aspectos relacionados son ambientales.
Según los investigadores, ya se sabía por estudios anteriores que estas dos dimensiones son las que juegan un papel importante en la edad de inicio de los primeros síntomas, aunque la genética era la que estaba menos estudiada hasta ahora.
Los investigadores también han llegado a la conclusión de que la misma carga genética asociada a la edad de inicio de la esquizofrenia también juega un papel importante en el caso de personas con Trastornos de Atención e Hiperactividad (TDAH) o que han sufrido malos tratos en la infancia.
Los científicos también han examinado el papel de las variantes de número de copias, que son segmentos del ADN del genoma que se encuentran repetidos varias veces y han observado que existe una relación entre el número de estas copias y la edad de inicio de la esquizofrenia.
"Las personas con más regiones afectadas a lo largo del genoma tienden a tener una edad de inicio de la enfermedad más precoz", ha concretado el investigador Gerard Muntané.
Según Muntané, estos descubrimientos son el punto de partida para futuros estudios que contribuirán a mejorar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. EFE
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