La Guardia Civil detiene a dos personas que mantenían hacinados bajo riesgo de incendio y en condiciones de insalubridad a 200 recolectores de fruta extranjeros en Huesca

El cuerpo armado, que investiga a otro posible implicado y a varias empresas, ha comprobado que retenían parte del salario en concepto de alojamiento y transporte diario

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La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investigado a una tercera así como a tres empresas frutícolas de la comarca del Bajo Cinca (Huesca) y tres empresas de trabajo temporal de las provincias de Castellón, Barcelona y Madrid por tener a cerca de 200 trabajadores dedicados a la recogida de fruta en condiciones precarias. Según ha informado este martes el cuerpo armado, la operación se inició a principios de junio tras el registro de tres denuncias en las que se exponía que vivían “en condiciones que atentaban contra sus derechos como trabajadores y como extranjeros en España”.

Fue entonces cuando los agentes iniciaron una investigación y comprobaron que los trabajadores se encontraban en dos domicilios de la localidad de Candasnos y en una finca de un antiguo establecimiento hostelero de la comarca del Bajo Cinca. En los domicilios de Candasnos vivían cerca de 50 personas “en casas con peligro de derrumbe”, conforme detallan en un comunicado, en el que añaden que había dos familias con hijos menores,

Continuando con las investigaciones, los agentes comprobaron cómo había hacinadas otras 147 personas de diferentes nacionalidades en el antiguo establecimiento hostelero. “Residían en condiciones de insalubridad, sin la adecuada canalización de aguas fecales, con una precaria instalación eléctrica y con evidente riesgo de incendio“, señalan, y añaden que también comprobaron que estaban llevando a cabo trabajos de construcción sin autorización para ampliar el número de habitaciones y poder albergar a más gente.

Una vez recabada toda la información con la colaboración del Ayuntamiento de Candasnos y Servicios Sociales de la comarca del Bajo Cinca, se registró la finca y se detuvo a dos personas, de 61 y 52 años, por un delito contra los derechos de los trabajadores y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

Llegaron para trabajar amparados por el Ministerio de Migraciones

Los agentes pudieron comprobar que los trabajadores alojados contaban con una autorización de residencia temporal y trabajo para actividades de temporada en migración circular. Fueron contratados en su país de origen por el procedimiento de Gestión Colectiva de Contrataciones en Origen (GECCO), vinculado al Ministerio de Migraciones, por empresas de trabajo temporal para la recogida de la temporada de fruta.

Dado el riesgo y las condiciones precarias de una parte de las instalaciones de la finca, en coordinación de Servicios Sociales y el Ayuntamiento de Candasnos, se dispuso que una de las empresas afectadas realojara a una parte del total de los trabajadores afectados, quedando el resto a cargo de un responsable de una de las empresas frutícola.

Los guardias civiles comprobaron cómo el propietario de los inmuebles tenía vinculación con los empresarios implicados de las empresas frutícolas y de trabajo temporal para sacar un beneficio económico con los servicios de alojamiento de los trabajadores. Una de las empresas implicadas retenía parte del salario de los trabajadores en concepto de alojamiento y transporte diario al puesto de trabajo y otro tipo de servicios. “Imponían condiciones laborables abusivas como el pago diferido para pagar el billete de avión del viaje de vuelta al país de origen de los trabajadores”, apuntan en la nota.