Dos informes sobre el apagón y pocas repuestas: qué dicen el Gobierno y Red Eléctrica y a quiénes echan la culpa

Ambos análisis apuntan a fallos en cadena como causa del apagón, pero advierten que aún faltan datos para esclarecer el origen exacto

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Dos informes sobre el apagón
Dos informes sobre el apagón y ninguna repuesta: qué dicen el Gobierno y Red Eléctrica. (Montaje Infobae)

España se apagó el pasado 28 de abril, literal. Ese día, un apagón masivo dejó sin electricidad a prácticamente todo el país durante más de 12 horas. Ahora, 51 días después de ese cero energético, todas las partes implicadas han dado sus propias explicaciones.

Aunque las previsiones estimaban que se tardarían entre tres y seis meses en conocer las causas del apagón, tanto el Gobierno como Red Eléctrica han publicado sus informes en las últimas 24 horas sobre qué pasó aquel lunes de abril. Ambos sacan conclusiones parecidas: que ese día se sucedieron varios fallos en cadena que provocaron el colapso del sistema. Sin embargo, también coinciden en que hace falta más información y datos más detallados para aclarar mejor el origen exacto y completo del apagón.

Qué precipitó la crisis: un efecto dominó y carencias en el control

Tras varias semanas de análisis, el Ministerio para la Transición Ecológica presentó este martes sus conclusiones. El informe oficial atribuye el apagón a un conjunto de factores técnicos y operativos, lo que define como una causa “multifactorial”. Según el documento, que se ha difundido con muchas de las partes tachadas al ser confidenciales, no se trató de un único fallo, sino de una “reacción en cadena” en la que las sobretensiones provocaron una serie de desconexiones de centrales eléctricas. Cada desconexión incrementó la tensión en la red, desencadenando nuevas desconexiones y agudizando el efecto dominó.

El propio informe recalca que “la causa última del cero eléctrico peninsular del pasado 28 de abril fue un fenómeno de sobretensiones en forma de reacción en cadena en el que tensiones elevadas provocan desconexiones de generación, lo cual provoca a su vez nuevos incrementos en la tensión y con ello nuevas desconexiones, y así sucesivamente”.

Asimismo, el documento advierte de una “insuficiencia de capacidades de control dinámico de las tensiones suficiente para mantener la tensión estable”, lo que significa que no había suficientes centrales capaces de responder al reto técnico que se presentó esa mañana.

Por otro lado, la investigación gubernamental acredita que “el número de grupos acoplados con capacidad de control de tensión era inferior a los programados por el operador del sistema en semanas y meses previos, e inferior al programado el día antes”, debido a que uno de los previstos falló y no fue reemplazado. Como consecuencia, se redujo drásticamente la capacidad de poder atajar la crisis, especialmente en el sur peninsular.

Las variaciones inesperadas de oferta y demanda, y las renovables sin margen, complicaron el equilibrio eléctrico

Otra clave está en el comportamiento errático de la demanda y la oferta de electricidad durante la mañana del apagón. El informe describe “variaciones atípicas y extraordinarias de tensión debidas a cambios abruptos en la producción y demanda eléctrica, acentuados por los desvíos en los intercambios internacionales, especialmente con Francia”. Buena parte de estos movimientos, añade, “no tienen una causa identificada”.

Las condiciones del mercado propio de la primavera, con menos consumo y una gran parte de la generación proveniente de fuentes renovables (un 59,21% del total conectada a la red ese día), contribuyeron al desequilibrio. El informe indica: “el número de grupos acoplados con capacidad de control de tensión era inferior a los programados por el operador del sistema en semanas y meses previos, e inferior al programado el día antes”, ya que al estar menos preparadas para intervenir en tiempo real, su peso dificultó la estabilización.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, y antes de la publicación del informe, Sara Aagesen, ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera, resumió el diagnóstico: “El mensaje más importante que hoy queremos transmitir es que el apagón del pasado 28, tuvo un origen multifactorial, es decir, confluyó una combinación de factores. La causa del cero fue un fenómeno de sobretensiones, una reacción en cadena, desconexiones de generación que a su vez provocaron nuevas desconexiones”. Reconoció además que “faltaban capacidades de controlar tensión, pese a que había parque de generación disponible suficiente para responder”.

De igual manera, la ministra defendió la solidez del relato oficial, aunque dejó espacio para la autocrítica y la reforma: “Tenemos un relato de hechos que es sólido, una explicación contrastada que nos permite a todos reflexionar, pero también actuar”.

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“Si hubiesen garantizado el cumplimiento de todas sus normas de control de tensión, el apagón no se hubiese producido”

Menos de 24 horas después de la presentación del informe del Gobierno, a primera hora de este miércoles, Red Eléctrica ha presentado su propio informe, fijando posiciones claras sobre el reparto de responsabilidades. Su documento confirma las causas técnicas: una combinación de factores, con especial protagonismo de la “reacción en cadena” de desconexiones por sobretensión, la falta de capacidad de control de tensión y la alta presencia de renovables no ajustadas para intervenir dinámicamente.

No obstante, el tono cambia cuando se refieren a quién debió reaccionar. La directora de Operación de Red Eléctrica, Concha Sánchez, ha señalado en la presentación del informe de la empresa que la principal causa fue el “incumplimiento por parte de los agentes del sistema de los protocolos de control dinámico de tensión”, afirmando que Red Eléctrica dispuso de recursos suficientes y que el apagón se produjo porque las compañías no prestaron sus soluciones “de forma efectiva”.

Sánchez subrayó: “¿Qué hubiese pasado si los generadores con obligación de control lo hubiesen hecho? No se habrían producido las oscilaciones, no habríamos tenido apagón”.

En la misma rueda de prensa, Beatriz Corredor, presidenta de Redeia —empresa matriz de Red Eléctrica— recalcó la responsabilidad de las compañías eléctricas: “Si hubiesen garantizado el cumplimiento de todas sus normas de control de tensión, el apagón no se hubiese producido, basándonos en todos los datos que tenemos, si todas las plantas hubieran estado conectadas en el momento del incidente”.

Red Eléctrica también ha lamentado la falta de información de las eléctricas durante la investigación: “Las compañías eléctricas no han suministrado toda la información solicitada por el operador del sistema para estudiar las causas del apagón, a pesar de que están obligadas a ello”. Según denuncian, los datos aportados fueron “parciales y reiteradamente marcados como confidenciales”, lo que limitó el análisis.

Reparto de culpas y muchas incógnitas aún en el relato final del apagón

Antes de que Red Eléctrica hablara sobre sus conclusiones, las eléctricas se adelantaron y defendieron su trabajo. A través de un comunicado de la Asociación de Empresas de Energía (aelec), que agrupa a Endesa, Iberdrola y EDP España, aseguró: “Tenemos evidencias de que las centrales de generación de los socios de aelec han cumplido con los requerimientos regulatorios en materia de control de tensión… llegando incluso a operar por encima de las obligaciones regulatorias para contribuir a la estabilidad del sistema eléctrico”.

Aelec, por su parte, responsabilizó a Red Eléctrica de operar la red “con una capacidad síncrona limitada y una distribución geográfica desequilibrada”, lo que a su juicio “dejó el sistema en una situación de vulnerabilidad”.

Tanto el Gobierno como Red Eléctrica y las eléctricas coinciden en la complejidad técnica que explica el apagón, pero discrepan sobre quién pudo y debió evitarlo. Los informes reconocen que la investigación se ha desarrollado “con la información disponible” y que algunos aspectos de lo sucedido siguen sin una explicación definitiva. Persisten áreas opacas, como los datos sobre generaciones renovables con poco seguimiento o el efecto exacto de los desvíos internacionales.

El resultado es que, después de dos informes, aún nos queda mucho por saber. La pregunta sobre por qué ocurrió el apagón sigue sin una respuesta absolutamente concluyente y deja sobre la mesa la necesidad de mejores controles, más transparencia y una asignación clara de responsabilidades para evitar episodios similares.