Robo de credenciales y accesos no autorizados a sistemas críticos: los ciberataques contra el sector aeroespacial se incrementan en un 600%

Aerolíneas, aeropuertos, fabricantes y sistemas de navegación se han convertido en blancos preferentes de operaciones maliciosas

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El sector aeroespacial se enfrenta a una amenaza creciente que compromete la estabilidad operativa, la seguridad nacional y el transporte internacional. Según el último informe publicado por la empresa Thales, en el marco del Salón Aeronáutico de París, los ciberataques dirigidos contra esta industria han aumentado un 600% entre enero de 2024 y abril de 2025. El análisis se basa en incidentes reales y en datos de inteligencia, y destaca que aerolíneas, aeropuertos, fabricantes y sistemas de navegación se han convertido en blancos preferentes de operaciones maliciosas, especialmente de tipo ransomware.

El estudio identifica 27 ciberataques realizados por 22 grupos distintos de ransomware, una cifra que refleja no solo la frecuencia de las agresiones, sino también la diversidad de actores implicados. Entre los principales motivos detrás de estos ataques figuran intereses económicos, fines ideológicos y operaciones respaldadas por Estados, en un contexto global marcado por la inestabilidad geopolítica.

La industria aeroespacial se ha transformado así en un nuevo escenario de conflicto digital, donde se dirimen disputas de alcance económico y estratégico. Ivan Fontarensky, director técnico de Cyber Detection and Response en Thales, ha advertido que “la industria de la aviación se ha convertido en un campo de batalla digital en el que están en juego importantes intereses económicos y geopolíticos”. Ante este panorama, ha subrayado la necesidad de adoptar un enfoque integral de la ciberseguridad, que contemple la incorporación de inteligencia artificial y una cooperación más estrecha entre el sector público y privado.

Amenazas más sofisticadas

El informe de la compañía de origen francés apunta a un cambio significativo en la tipología de los ataques. El 71 % de los incidentes analizados implican el robo de credenciales o accesos no autorizados a sistemas críticos. Estas acciones no solo comprometen la operatividad de los sistemas de vuelo, sino que también persiguen fines de ciberespionaje industrial, acceso a tecnologías sensibles como los sistemas de aviónica y comunicaciones, o la interrupción de cadenas de suministro estratégicas.

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Las consecuencias pueden ser graves: desde retrasos masivos en los vuelos y fallos logísticos a nivel global, hasta cierres temporales del espacio aéreo. Algunos de los ataques más relevantes registrados incluyen un ataque de Denegación de Servicio (DDoS) llevado a cabo por un grupo hacktivista prorruso contra una aerolínea, así como un ataque de ransomware que paralizó centros clave de mantenimiento y suministro en varios países europeos.

Estos incidentes evidencian la vulnerabilidad de una infraestructura altamente interconectada, en la que una sola brecha puede desencadenar efectos en cascada. La elevada complejidad operativa, la dependencia de software crítico y el valor estratégico de los datos manejados -incluyendo información biométrica, de planificación diplomática o de envíos confidenciales- sitúan al sector en una posición especialmente expuesta.

Mayor inversión en ciberseguridad

Ante este panorama, el estudio de Thales también prevé una expansión significativa del mercado de la ciberseguridad en la aviación. Se estima que en 2025 alcanzará los 5.320 millones de dólares, con una tasa de crecimiento medio anual del 8,7 % hasta 2029. Este incremento estará impulsado por la digitalización progresiva del sector y la necesidad urgente de blindar los sistemas ante amenazas cada vez más complejas.

La industria aeronáutica, clave para la movilidad global, la economía y la soberanía tecnológica, se ve obligada a reforzar sus capacidades de protección. En un entorno donde la frontera entre la ciberseguridad y la seguridad física es cada vez más difusa, la anticipación y la resiliencia tecnológica se presentan como condiciones indispensables para garantizar la continuidad de las operaciones y la seguridad de millones de personas.