Te cobrarán el equipaje de mano, pero no el táper, y pocos viajeros lo saben: “Yo siempre lo hago, así no me dejo 20 pavos en una cosa enana”

Un abogado recuerda que puedes subir comida al avión, salvo sopas o purés, y evitar precios por las nubes

Guardar
Pasajeros en un aeropuerto.
Pasajeros en un aeropuerto.

Las aerolíneas de bajo coste revolucionaron el mercado e hicieron mejor la vida a todos a los que les gusta viajar, haciéndolo asequible, descomplicándolo. Pero, de unos años a esta parte, han ido aumentando costes y recortando prestaciones, haciendo extras lo que solían ser mínimos exigibles. Las denuncias ante organismos de consumo se cuentan por montañas, así como las derrotas, con Ryanair como la más señalada. Hace apenas unos días, además, la Unión Europea ha dado la sorpresa con una decisión que tumba una de las principales quejas de los usuarios, si no la fundamental.

La institución ha aprobado que estas compañías sigan cobrando por el equipaje de mano. Lo ha hecho sin unanimidad, por una ajustada mayoría cualificada, con la abstención de Austria y Estonia y el rechazo de Alemania, Portugal, Eslovenia y España. La reforma, impulsada por Polonia, introduce un nuevo tipo de equipaje gratuito, limitado al que quepa bajo el asiento delantero, mientras que autoriza explícitamente el cobro por las maletas que se transportan en el compartimento superior, algo ya extendido y se pensaba que abusivo. No lo creen así los representantes con vuelos pagados a Bruselas y Estrasburgo.

Analizamos las medidas y pesos permitidos para el equipaje de mano de Iberia, Ryanair, Air Europa, EasyJet y Vueling para el 2025.

“Todo lo que es peso hay que pagarlo”

En nuestro país, uno de los más combativos contra esta práctica, el Ministerio de Consumo sancionó a cinco low cost, con multas que ascendieron a 179 millones de euros: Ryanair (107,7 millones), Vueling (39,2 millones), EasyJet (29 millones), Norwegian (1,6 millones) y Voltea (1,1 millones). Además de por el cobro del equipaje de mano, por asignar asientos separados a menores o personas dependientes salvo pago adicional, por impedir cobrar los recargos en efectivo, por cobro excesivo por imprimir la tarjeta de embarque, omisión engañosa de información o falta de claridad en los precios de la web.

La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) defiende que esta práctica es legal y mantiene recurridas las multas. Recientemente, un piloto de Iberia bastante popular por su actividad en redes sociales, Ramón Vallès, también se ha expresado de forma favorable: “Todo lo que sube a un avión -pasajeros, equipaje y mercancía en general- se llama carga de pago. Todo lo que es peso hay que pagar por ello. Si tú llevas una maleta que en lugar de pesar los 23 kilos habituales como máximo pesa 50, tiene una repercusión en el consumo de combustible. Se te exige que un extra porque estás excediendo lo que pone en tu billete”.

Viajero en un aeropuerto. (Europa
Viajero en un aeropuerto. (Europa Press)

Comer en el aire a precio terrenal

En este clima de desánimo del viajero, un abogado ha querido dar una pequeña alegría con una laguna legal bastante desconocida y que puede hacer el trayecto más llevadero o dotarlo de un ‘extra’ con el que hasta ahora no se contaba. No es otro que la posibilidad de comer a bordo, y no la propia comida de la aerolínea -con calidad de aerolínea y coste de aerolínea-, sino lo que cada cual elija -a precio terrenal-. No te pueden impedir llevarte un táper o bocadillo de casa en la mochila o bolsa que subas. “No es ilegal, puedes hacerlo sin ningún problema”, recuerda el letrado Andrés Millán (@lawtips en redes sociales).

“Yo siempre lo hago, así no me dejo 20 pavos en una cosa enana”, asegura Millán. Matiza que “el problema es con los líquidos, más de 100 mililitros -caso de sopas, salsas, yogures o cremas-, o si se viaja a la Unión Europea desde un país que no es miembro, porque el reglamento comunitario aplica estrictos procedimientos y controles veterinarios para los productos de origen animal que vaya en el equipaje de pasajeros procedentes de países extracomunitarios. Pero si viajas dentro de la Unión Europea -concluye-, a Roma, a Francia, donde te dé la gana, no problem”.

Las asociaciones de consumidores recuerdan que las aerolíneas pueden tener normas concretas sobre la ingesta de alimentos a bordo. Otra salvedad, más de respeto, es cuidar que no sean productos con fuertes olores o que de alguna forma puedan molestar a la persona al lado o cercana. Aunque seguramente el mayor problema para meter un táper en el equipaje de mano, el gratuito, dadas las circunstancias, sea de espacio.