Cómo secar una rosa: tres sencillos trucos para tener un bonito recuerdo de Sant Jordi

Con el paso de los días, las flores naturales se estropean y pierden su color, pero pueden mantenerse más tiempo con algunos consejos

Guardar
Rosas preparadas para regalar durante
Rosas preparadas para regalar durante la Diada de Sant Jordi 2025, a 23 de abril de 2025, en Barcelona, Cataluña (España). (Lorena Sopêna/Europa Press)

Tras una jornada dedicada por completo a las letras y la literatura, dejamos atrás el Día Mundial del Libro y Sant Jordi, patrón de Cataluña y celebración que reivindica la cultura de la comunidad autónoma. El 23 de abril, en honor a este día tan especial, es frecuente que los amantes de la lectura visiten las librerías paseando el dedo sobre los tomos de miles de libros para elegir el que regalar a alguien especial (o a ellos mismos).

En Cataluña, además, es frecuente regalar también una rosa roja, una tradición que ha comenzado a extenderse por otros puntos de España más allá de en San Valentín. Este obsequio es efímero y su belleza suele durar pocos días, por mucho que nos empeñemos en ampliar su tiempo de vida mucho más tiempo con el deseo de que el recuerdo no se extinga tan temprano.

Una vez finalizado Sant Jordi y con la rosa roja puesta en un jarrón, podemos pensar en intentar conservarla de otra manera, secándola antes de que se pudra y consiguiendo que se convierta en un elemento ornamental ideal para nuestro hogar que mantenga todavía el recuerdo. Existen varios métodos de llevar a cabo este procedimiento.

0 seconds of 33 secondsVolume 90%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
00:00
00:33
00:33
 
Sant Jordi 2025

Colgar la flor boca abajo

Este es el método tradicional y el más conocido. Nos puede servir para las rosas y cualquier otro tipo de flor que queramos mantener como detalle; además, su proceso es muy sencillo.

Simplemente hay que atar las rosas con un ramillete y colgarlas boca abajo en un lugar, que debe ser oscuro, seco y estar bien ventilado para que poco a poco las flores vayan perdiendo su humedad y evitar que los pétalos pierdan color por el sol; por ejemplo, en un armario. Tras dos o cuatro semanas, comprobaremos que las flores están crujientes.

Una vez listas, es importante sellar el ramo aplicando laca sin perfume de forma homogénea por toda la superficie para facilitar que las hojas y pétalos queden en su sitio y sea más complicado que se desprendan.

Es importante que, al colocarlas después en un jarrón, no llenemos este con agua, pues se pudrirían. Lo mismo ocurre si las dejamos en el exterior, ya que el frío y la humedad haría que se deteriorasen mucho más rápido. Para cuidarlas correctamente debemos limpiarles el polvo: las colocamos boca abajo y pasamos ligeramente un plumero siguiendo el sentido de los pétalos, ya que las flores secas son muy quebradizas. Con el paso del tiempo, estás irán perdiendo color, tal y como destaca la empresa de entrega de flores Interflora en su página web, pero, si se cuidan adecuadamente, las rosas secas podrían durar entre cuatro y diez años.

Con sílice o arena

El gel o la arena de sílice es un material poroso que absorbe de forma rápida la humedad y no alterará el aspecto original de la flor natural, por lo que esta quedará casi como recién cortada. Este material puede encontrarse en tiendas de manualidades o en internet, por ejemplo.

En primer lugar, debemos llenar un recipiente con esta arena, con una capa de unos dos centímetros. Tras esto, colocamos las rosas dentro y la cubrimos suavemente con más gel, intentando no deformarlas. Una vez hecho esto, cerramos el recipiente, que debe ser hermético y opaco, y lo dejamos reposar durante 5 o 7 días aproximadamente. Después, solo debemos volverlo a abrir y limpiar la rosa con cuidado.

Rosa roja (Pexels)
Rosa roja (Pexels)

Prensar con libros

Este truco, también muy conocido, no nos permitirá utilizar la flor para componer un ramo, pero sí podrá sernos útil si queremos decorar cuadros, tarjetas, velas, marcapáginas, cuadernos... Además, podemos secar únicamente los pétalos, la cabeza de la flor, o todo el conjunto.

Debemos colocar la rosa que queremos prensar entre papel absorbente y, después, meterla dentro de un libro grueso al que pondremos peso encima. Es importante que no utilicemos uno de mucho valor o al que tengamos un cariño especial, ya que la flor puede soltar pigmento mientras se seca y estropear las hojas del libro.

Tras 2 o 4 semanas, sacamos la flor prensada y tendremos un bonito recuerdo de las rosas de Sant Jordi, que podemos utilizar como elemento ornamental de una gran cantidad de productos.