
Muchos hipotecados esperan con ganas el día en el que por fin acabarán de pagar su préstamo y la vivienda pasará a ser totalmente de su propiedad, pero cuando llega ese momento también es necesario llevar a cabo otros trámites de cara a evitar futuros problemas. En concreto, existe un procedimiento del que casi todas las personas se olvidan porque creen que se realizará de forma automática que puede generar complicaciones si más adelante se decide vender el inmueble, por ejemplo.
La notaria María Cristina Clemente Buendía, fundadora de la notaría Buendía, explica cuál es esta clave a tener en cuenta y recomienda solventar la situación cuanto antes para cerrar definitivamente la hipoteca. En un video publicado en la cuenta de TikTok de su empresa (@notariabuendia), en la que comparten consejos sobre diferentes trámites y gestiones notariales a sus casi 20.000 seguidores, esta experta licenciada en Derecho y diplomada en Ciencias Económicas y Empresariales relata los pasos a seguir tras terminar de pagar un préstamo hipotecario.
Cuando un hipotecado termina de pagar su préstamo, muchas veces se asumo que esto implica que este desaparece automáticamente del Registro de la Propiedad. Sin embargo, el hecho de no deber más dinero al banco solo implica haber cancelado económicamente el préstamo, pero la hipoteca inscrita en el registro con la que estaba garantizado este mismo “ni se esfuma ni desaparece” por haber realizado el último abono, asegura la notaria. Por ello, hay que tomar acciones específicas si se desea eliminar del registro de una vez por todas el préstamo.
El banco no cancela el préstamo
A continuación, aclara sobre quién recae la carga de borrar esta hipoteca del registro. En concreto, Clemente Buendía destaca que el banco no tiene “obligación, ni tampoco interés” por cancelar registralmente la hipoteca, sino que el encargado de esta labor deberá ser el prestatario.

El primer paso para lograr eliminar de forma permanente del registro el préstamo hipotecario será solicitar una serie de documentos necesarios para continuar con los trámites. Por un lado, habrá que solicitar a la entidad bancaria del prestatario el certificado de deuda saldo cero, un informe de emisión gratuita que acredita que no se debe ningún importe económico al banco por la hipoteca. Además, habrá que acudir a la notaría de la elección del cliente para pedir la correspondiente escritura pública de carta de pago de cancelación de hipoteca. Con este último documento, se hace efectiva la cancelación registral de la hipoteca y se culmina el proceso de liberación de la misma.
Los costes asociados
Este proceso, sin embargo, no es gratuito para el prestatario, que tendrá que hacer frente a los gastos de la notaria, así como pagar los costes exigidos por el Registro de la Propiedad. Aun así, la experta recomienda tomar esta vía frente a otras opciones, ya que “te evitarás la gestoría y nunca están sujetas a ningún pago de impuestos”. Pese a que este proceso sí implica un coste adicional, que puede resultar molesto verse obligado a pagar justo después de haber saldado la deuda de una hipoteca, es importante realizarlo si se considera que evitará inconvenientes en el futuro.