¿Puede un mecánico arreglar un coche eléctrico?

Aunque los vehículos eléctricos requieren menos mantenimiento que los de gasolina, sus reparaciones pueden ser más técnicas y costosas

Guardar
Un automóvil conectado a la
Un automóvil conectado a la red eléctrica, cargando su batería en una estación de recarga rápida para vehículos sostenibles. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

A medida que los vehículos eléctricos ganan presencia en las carreteras, las dudas sobre su mantenimiento se multiplican. Aunque los coches eléctricos no son una novedad, su adopción masiva es relativamente reciente, y muchos conductores aún desconocen qué implica su reparación o si pueden llevarlo a cualquier taller. Esta incertidumbre ha dado pie a preguntas frecuentes: ¿son más caros de arreglar?, ¿son más difíciles de reparar?, ¿qué tipo de mantenimiento necesitan?, y sobre todo, ¿quién puede hacerlo?

Los vehículos eléctricos funcionan con un sistema mecánico más simple que los automóviles de combustión interna. Al carecer de motor térmico, embrague o caja de cambios convencional, tienen menos piezas móviles sujetas a desgaste. Esta simplicidad técnica se traduce, en muchos casos, en un mantenimiento general más económico: no hay que cambiar el aceite, ni preocuparse por filtros de combustible o correas de distribución.

Sin embargo, esta ventaja no significa que estén exentos de cuidados. Las baterías de alta tensión, el sistema de frenado regenerativo y el software especializado requieren un seguimiento técnico periódico. Además, los sistemas de refrigeración, la climatización y las actualizaciones de firmware deben revisarse con regularidad, conforme a las indicaciones del fabricante.

Pese a tener menos piezas susceptibles de avería, las reparaciones en vehículos eléctricos pueden resultar más costosas cuando se trata de componentes específicos. Las baterías, por ejemplo, son complejas, caras y no siempre fáciles de sustituir. Además, los vehículos eléctricos suelen ser más pesados que los coches de gasolina, lo que puede aumentar la magnitud de los daños en caso de accidente y encarecer las reparaciones.

Otro factor que incrementa el coste es la disponibilidad de piezas. Al no estar tan extendidos como los vehículos de combustión, ciertos recambios para estos vehículos pueden tardar más en llegar o ser más caros. Esto se traduce en facturas más elevadas, sobre todo en caso de daños importantes.

Las ventas de coches en España crecen un 5,3% en enero.

Algunas operaciones de mantenimiento en vehículos eléctricos son comparables a las de un coche tradicional: revisión de neumáticos, alineaciones o cambios de pastillas de freno. Pero las intervenciones más técnicas, como la manipulación del sistema eléctrico de alta tensión o las actualizaciones de software, exigen conocimientos específicos y equipamiento adecuado.

La formación técnica es un elemento clave. No todos los talleres están capacitados para atender un vehículo eléctrico. Las intervenciones en componentes como la batería o el inversor requieren herramientas de diagnóstico avanzadas y formación especializada. Manipular de forma incorrecta un sistema de alta tensión puede ser peligroso tanto para el profesional como para el vehículo.

¿Quién puede repararlos?

La respuesta corta es: no todos los mecánicos pueden hacerlo. Si bien un taller generalista puede encargarse de ciertos aspectos básicos del mantenimiento, solo los centros con personal formado en tecnologías de movilidad eléctrica están habilitados para abordar reparaciones complejas. En muchos países europeos, incluida España, existen certificaciones específicas para técnicos de vehículos eléctricos.

A la hora de buscar un taller, es recomendable asegurarse de que cuente con mecánicos cualificados y experiencia con coches eléctricos. Muchos fabricantes disponen de redes autorizadas o talleres recomendados que ofrecen asistencia técnica especializada.

Los usuarios de coches eléctricos deben prestar atención a algunos aspectos clave para garantizar el buen funcionamiento del vehículo:

  • Batería: Monitorizar su autonomía real frente a la proyectada.
  • Sistema de frenos: Aunque el frenado regenerativo reduce el desgaste, es necesario revisar los componentes periódicamente.
  • Refrigeración y climatización: Verificar niveles de refrigerante y el funcionamiento de la climatización.
  • Software: Mantener el sistema operativo del vehículo actualizado conforme a las recomendaciones del fabricante.

En definitiva, aunque los vehículos eléctricos requieren menos mantenimiento que los de gasolina, sus reparaciones pueden ser más técnicas y costosas. No todos los mecánicos pueden trabajar en ellos, por lo que es fundamental acudir a profesionales capacitados. La transición hacia una movilidad eléctrica implica también una evolución en el conocimiento técnico, tanto para los usuarios como para los profesionales del sector.