Un vecino y un supuesto asesor financiero estafan 30.000 euros a una anciana vulnerable durante el ingreso de su marido: “Me pidió que cuidara de su mujer y eso hice”

La acompañaban al cajero para extraer dinero en efectivo y trataron de enviarlo a cuentas en Londres, Malta y Luxemburgo

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Dos ancianos se dan la
Dos ancianos se dan la mano. (EFE)

Dos hombres, de 52 y 76 años, han sido condenados por un tribunal francés por haber aprovechado la fragilidad emocional de una mujer de casi 80 años para extraerle cerca de 30.000 euros entre 2017 y 2018. El caso ha sido juzgado en la corte correccional de Saint-Gaudens, en el departamento de Haute-Garonne, al suroeste de Francia.

La víctima, una anciana que atravesaba un momento de vulnerabilidad debido a la hospitalización prolongada de su marido, fue blanco de una estafa organizada por su vecino, Frédéric (52 años), y por Jean (76 años), un supuesto asesor financiero. Ambos fueron acusados de abus de faiblesse, figura penal francesa que sanciona el aprovechamiento de la debilidad física o psicológica de una persona para obtener beneficios indebidos.

Según quedó demostrado en el juicio, Frédéric mantenía una relación cercana con el matrimonio y realizaba pequeñas tareas en su domicilio en la localidad de Lodes. Aseguró ante el tribunal que actuó bajo petición del esposo enfermo: “Me pidió que cuidara de su mujer, y eso fue lo que hice”. Sin embargo, el tribunal no dio crédito a esta declaración.

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Desorientación y dificultades

Durante el periodo en cuestión, Frédéric llevó a cabo obras menores en la vivienda, como la demolición de una chimenea o la pintura de la cocina, servicios por los que recibió una remuneración de 10.000 euros.

A lo largo de varios meses, acompañó repetidamente a la anciana a los cajeros automáticos para extraer dinero en efectivo. Las imágenes de videovigilancia de los bancos confirmaron que era él quien le indicaba qué botones debía pulsar en la pantalla. En total, sustrajo 19.700 euros en efectivo, alegando que los necesitaba para combustible y compras de víveres.

La evaluación psiquiátrica de la víctima reveló que padecía desorientación y dificultades con el cálculo mental. Los jueces interrogaron a Frédéric sobre si creía que la mujer era consciente de las sumas que entregaba. Él respondió que no notó nada fuera de lo común: “Para mí, parecía normal”.

Un ciudadano se dispone a
Un ciudadano se dispone a hacer una operación en un cajero automático. (Europa Press)

Transferencias a cuentas en el extranjero

La estafa no se limitó a extracciones de dinero en efectivo. Frédéric puso en contacto a la mujer con Jean, quien trabajaba en un gabinete de asesoría financiera. Según declaró este último, su objetivo era “rentabilizar” los 24 productos bancarios que el matrimonio tenía contratados.

Para ello, persuadió a la mujer de realizar múltiples transferencias de 10.000 euros a cuentas bancarias en el extranjero, localizadas en Londres, Malta y Luxemburgo. Sin embargo, todos estos movimientos fueron bloqueados por la entidad financiera, que detectó un patrón inusual y alertó del posible fraude.

Durante el juicio, Jean aseguró que no creyó necesario pedir el consentimiento del esposo, pese a que varios de los productos bancarios estaban a nombre de ambos cónyuges. “El nombre de ella estaba en los papeles, eso era suficiente para mí”, sostuvo. A pesar de que no logró efectuar las transferencias, Jean llegó a emitir una factura de 10.000 euros por sus “servicios de asesoramiento”.

El tribunal dicta la sentencia.
El tribunal dicta la sentencia. (Pixabay)

Las condenas

En total, entre extracciones en efectivo y pagos directos, los acusados lograron hacerse con 29.700 euros. El fiscal fue tajante en su alegato final: “¿Realmente quieren hacernos creer que una mujer jubilada, que nunca en su vida rellenó un cheque, se despertó un día con deseos de convertirse en bróker?”

El tribunal ha declarado culpables a ambos hombres. Frédéric ha sido condenado a 18 meses de prisión con suspensión condicional y una medida de libertad vigilada por dos años. También deberá devolver 10.700 euros a la víctima y pagarle 3.000 euros por daños morales. Jean ha recibido una condena de 10 meses de prisión con suspensión condicional durante el mismo periodo y deberá indemnizar a la mujer con 10.559 euros por el perjuicio económico causado, además de 500 euros por daños morales.