Mayte García, exmujer de Cañizares, cuenta cómo fueron las últimas horas de vida de su hijo de 5 años: “Le abracé y lo entendí todo”

Mayte García ha recordado en el programa ‘Madres: desde el corazón’ cómo vivió la muerte de su hijo Santi con solo 5 años

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Mayte García en el programa
Mayte García en el programa 'Madres: desde el corazón'. (Mediaset)

La muerte de un hijo no se supera nunca, pero se aprende a convivir con ella. Te puede más el amor que el dolor por su ausencia”. Con estas palabras comenzó Mayte García una de las entrevistas más emotivas de su vida. La que fuera mujer del portero Santiago Cañizares fue la última protagonista de Madres: desde el corazón, en el que habló con Cruz Sánchez de Lara del peor momento de su vida, la muerte de su hijo Santiago, uno de sus trillizos, cuando solo tenía 5 años a causa de un tumor cerebral.

La agonía de la familia comenzó con un diagnóstico erróneo de meningitis vírica que los médicos mantuvieron “hasta que le dio una convulsión y entró en coma”. Según García, la salud del pequeño se agravó en la víspera del día de Reyes, cuando se dieron cuenta de que “no había reversión para ese coma y decidimos cambiarlo de hospital”. En el nuevo centro, un médico residente les confirmó que el diagnóstico no era correcto y que “o era una enfermedad rara o un tumor cerebral”. Finalmente, fue la segunda de las opciones.

“Y casualmente el lunes por la mañana dos horas antes de que llegara todo el equipo médico le dieron dos infartos cerebrales. Entonces, yo estaba con Santi padre dejando a mis hijas en el colegio y nos llamaron y nos dijeron: ‘¿familiares de Santiago Cañizares? Por favor, vengan corriendo al hospital que su hijo se está muriendo y ha entrado en quirófano a vida o muerte’”, prosigue.“, ha recordado ante Cruz. ”Mi hijo se podría haber muerto aquel día y no se murió porque tenía una misión, que era dejarme un legado", seguía

Se preparó para su despedida

Cuando llegó el momento de aceptar la pérdida del niño, Mayte afirma que pese a todo “siempre te aferras a la esperanza, pero en un instante se te para la vida”. Contó también que Santi “hizo varios intentos de despedirse... Le dieron varias paradas cardiorrespiratorias y yo me volvía loca. Salía al pasillo del hospital gritando ‘por favor, salvad a mi hijo’”, ha recordado.

Santiago Cañizares en una imagen
Santiago Cañizares en una imagen de sus redes sociales. (instagram.com/santicanizares)

Finalmente, estaba preparado para marcharse, y así se lo hizo saber a su madre: “Para mí lo más difícil fue despedirme de mi hijo. Él todo el rato se tocaba el pecho y me señalaba así con el dedo hacia arriba y yo le decía: ‘Santi, ¿te duele el corazón, te duele el pecho?‘. Y me hacía que no con la cabeza. Y me cogía fuerte de la mano y le decía: ‘¿Quieres mucho a mamá?’ Y me decía que sí con la cabeza, pero él se tocaba y todo el rato levantaba el dedo así y yo le decía: Santi, te voy a hacer una pregunta: ¿me estás diciendo que te vas a ir al cielo? Nunca le había hablado de la muerte y me afirmó con la cabeza”.

Sobre su ya exmarido, Mayte recordó que, cuando estaban preparándose para la muerte de su hijo, “(Santi) me cogió la mano y me dijo: ‘Estás siendo egoísta. Tu hijo aguantó aquí 18 meses por ti. Haz una reflexión interior de todo lo que te ha enseñado, yo creo que es hora de que lo dejes marchar‘”.

Como despedida, Mayte le dio las gracias “por todo lo que había hecho en este tiempo, por haberme elegido como madre y por haber soportado tanto sufrimiento por haber hecho esta unión familiar”. Finalmente, Santi murió el 23 de marzo de 2018.

“Se te para la vida”, recordó con dolor sobre la despedida. Siete años después, Mayte García está en un nuevo equilibrio y lo ve todo con otra perspectiva. “Soy feliz, he conseguido ser feliz otra vez y pensaba que no lo iba a conseguir, pero lo he conseguido, porque creo que mis hijas necesitan que yo sea feliz y quiero que ellas crezcan felices. Entonces, necesito que crezcamos juntas en este proceso y, además, me he mentalizado en ello y tenemos que ver como que hemos sido elegidas y tocadas por una varita para que seamos conscientes de lo que verdaderamente importa en la vida”.

Pese a ello, ha confesado que el dolor sigue presente, puesto que “la muerte de un hijo no se supera nunca, pero se aprende a convivir con ella. Te puede más el amor que el dolor por su ausencia”.