Los errores habituales en el borrador de la declaración de la Renta que pueden costarte miles de euros

Hacienda no siempre incluye todos los datos necesarios ni los refleja de manera correcta, lo que convierte al contribuyente en el único responsable de cualquier error que se presente en la declaración

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Una persona realiza el borrador
Una persona realiza el borrador de la Declaración de la Renta. (Ilastec Software)

El proceso de declaración de la Renta en España puede parecer sencillo gracias al borrador que proporciona la Agencia Tributaria, pero confiar ciegamente en este documento puede acarrear problemas. O eso es, al menos, lo que dicen todos los expertos en materia fiscal.

Y es que Hacienda no siempre incluye todos los datos necesarios ni los refleja de manera correcta, lo que convierte al contribuyente en el único responsable de cualquier error que se presente en la declaración. Con las consecuencias que vienen con estos errores. Por ello, es fundamental revisar minuciosamente ciertos aspectos antes de aprobar el borrador.

Es importante saber, en primer lugar, que el borrador no es una declaración completa, sino una interpretación preliminar que Hacienda realiza con los datos que tiene disponibles. Sin embargo, estos datos pueden ser incompletos o incorrectos, lo que hace imprescindible que los contribuyentes verifiquen cada detalle.

Los puntos del borrador que se deben comprobar de forma obligatoria

Uno de los errores más comunes en el borrador de la renta es la falta de actualización del domicilio fiscal. Si el contribuyente cambió de residencia durante el año anterior y no notificó este cambio a Hacienda, es probable que el borrador refleje la dirección antigua.

Aunque este error puede parecer una tontería, no informar un cambio de domicilio puede conllevar multas. Porque si bien es cierto que la Agencia Tributaria no suele sancionar automáticamente, la ley permite que lo haga.

Otro aspecto crucial es la situación familiar. Si el contribuyente fue padre durante el año anterior, este dato no aparecerá automáticamente en el borrador. Es, de hecho, necesario incluirlo manualmente en el apartado correspondiente, ya que la deducción por descendientes puede suponer un ahorro significativo.

En concreto, las reducciones aplicables son de 2.400 euros anuales por el primer hijo, 2.700 euros por el segundo, 4.000 euros por el tercero y 4.500 euros por el cuarto y siguientes. Además, si el hijo es menor de tres años, se añade una deducción adicional de 2.800 euros anuales.

Asimismo, los matrimonios y divorcios ocurridos durante el año anterior deben reflejarse en la declaración. Hacienda toma como referencia la situación personal y familiar al 31 de diciembre del año fiscal correspondiente. Por lo tanto, cualquier cambio que no se registre correctamente puede generar errores en las deducciones aplicables.

Por otra parte, en el caso de los alquileres, Hacienda no incluye automáticamente esta información en el borrador, ya que no tiene acceso a los datos sobre los pagos realizados. Solo los contratos de alquiler firmados antes del 1 de enero de 2015 tienen derecho a deducción, que equivale al 10,05% de las cantidades pagadas durante el período impositivo. Pero además, algunas comunidades autónomas ofrecen deducciones adicionales por alquiler, aunque deben ser añadidas manualmente por el contribuyente.

 (Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Qué otros elementos son importantes antes de verificar el borrador?

Como venimos diciendo, Hacienda no incluye automáticamente las deducciones autonómicas en el borrador. Estas deducciones pueden abarcar desde gastos escolares y nacimiento de hijos hasta la compra de vivienda o inversiones en empresas de nueva creación. Para beneficiarse de estas reducciones fiscales, el contribuyente debe rellenar manualmente los datos correspondientes en la declaración, antes de enviar el borrador y que no haya posibilidad de corregirlo.

Por ejemplo, si el contribuyente alquila una vivienda, debe declarar los ingresos obtenidos. De hecho, es posible deducir ciertos gastos relacionados con el alquiler, como el IBI o los gastos de comunidad, y aplicar una reducción general del 50% sobre la cantidad resultante. En algunos casos específicos, esta reducción puede alcanzar el 90%.

Y, por último, las aportaciones a planes de pensiones son deducibles, pero es, de nuevo, importante verificar que estén correctamente reflejadas en el apartado correspondiente del borrador. También es necesario revisar las inversiones realizadas en fondos, acciones u otros vehículos financieros, ya que algunas de estas operaciones, como la compra de acciones de empresas de nueva creación, pueden dar derecho a deducciones fiscales.