Más de 50 años bajando los impuestos a los ricos en la OCDE y no hay evidencias científicas de que se impulse la economía: ni sube el PIB ni baja el paro

¿Bajar los impuestos a los ricos favorece una mayor inversión, más empleo y un aumento general del crecimiento económico? En las últimas cinco décadas, los países miembros de la OCDE han implementado una serie de reformas fiscales que han reducido significativamente los impuestos a las personas más ricas, un fenómeno que comenzó en la década de 1980. A pesar de la justificación de muchas de estas reformas bajo la premisa de que los recortes fiscales a los más adinerados impulsan el crecimiento económico y benefician a la sociedad en su conjunto, un análisis reciente de los efectos de estas políticas sobre la economía refuerza una conclusión clara que responde a la pregunta que da inicio a este artículo: no hay evidencia de que los recortes a los impuestos de los ricos haya tenido ningún tipo de impacto positivo.

El estudio, realizado por los economistas David Hope y Julian Limberg de la Universidad King’s College de Londres, analiza los efectos de los recortes fiscales en los ingresos de las clases más altas en 18 países de la OCDE entre 1965 y 2015. En sus conclusiones aclaran que no se observará ningún efecto significativo sobre el crecimiento del PIB o la tasa de desempleo. De hecho, la principal consecuencia de los recortes fiscales a los ricos es clara: un aumento en la desigualdad económica.

Esta idea es una narrativa popular que ha sido defendida por economistas y políticos, especialmente en los Estados Unidos, bajo las administraciones de Ronald Reagan, Margaret Thatcher y más recientemente bajo la presidencia de Donald Trump. Un ejemplo es la reforma fiscal que el presidente de los Estados Unidos llevó a cabo en 2027 y que redujo significativamente los impuestos a las empresas y los ricos. “Ronald Reagan implementó dos importantes paquetes de recortes de impuestos para los ricos durante su mandato en la Casa Blanca, uno en 1981 y otro en 1986. Un patrón similar de recortes de impuestos grandes y poco frecuentes caracterizó las reformas fiscales de Thatcher en el Reino Unido, así como las trayectorias de reforma en muchas otras democracias avanzadas”, apuntan en el estudio.

El análisis también coincide con los hallazgos de otros estudios que sugieren que la movilidad social y la mejora de las condiciones laborales son más efectivas a través de políticas que favorecen a las clases medias y bajas, en lugar de beneficiar a las élites económicas. De acuerdo con estos estudios, los recortes fiscales a los ricos simplemente refuerzan la desigualdad y favorecen a los más pudientes, sin ningún tipo de beneficio claro para el resto de la economía.

Uno de los datos que aporta el estudio es que las reformas fiscales que redujeron los impuestos a este colectivo han aumentado la participación de los ingresos del 1% más rico en el total de la renta nacional antes de impuestos. En promedio, cada reforma fiscal importante aumentó esta participación en más de 0,7 puntos porcentuales en un período de entre uno y cinco años después de la reforma. Este aumento en la desigualdad es estadísticamente significativo y persistente a lo largo del tiempo.

Pero en cuanto a la mejora de la economía general, la investigación ha demostrado que no se dio ningún tipo de cambio importante ni a corto ni a medio plazo. De hecho, la relación es prácticamente nula, aseguran los investigadores. Esto pone en duda la teoría de goteo o trickle-down, que sugiere que los beneficios de los recortes fiscales a las clases altas eventualmente se trasladan a los sectores de menores ingresos a través de un mayor crecimiento económico y empleo. En otras palabras, no hay evidencia de que perdonar impuestos a las clases altas haya provocado un “derrame” hacia los grupos más bajos de la sociedad, como sugiere la teoría del goteo.

El estudio menciona varios países europeos en el análisis de las reformas fiscales y sus efectos. En particular, se hace referencia a los siguientes:

• Reino Unido: en el contexto de las reformas fiscales implementadas bajo Margaret Thatcher, que redujeron los impuestos a los ricos en las décadas de 1980 y 1990.
• Alemania: se menciona la reforma fiscal de la coalición roja-verde de 2000 que redujo los impuestos a los más ricos.
• Suecia: el estudio destaca la reforma fiscal de 1991 en Suecia, que también implicó reducciones de impuestos para los ricos.
• Francia: aunque no se implementaron recortes fiscales significativos a los ricos en el período estudiado, el estudio hace referencia a la ausencia de reformas fiscales de este tipo en comparación con otros países.
• Suiza: similar a Francia, no hubo recortes fiscales importantes para los ricos en el período analizado, pero se menciona en el contexto de las comparaciones entre países de la OCDE.
• Canadá: se menciona la reforma fiscal que derogó el impuesto sobre las herencias en 1971, como parte de un cambio hacia menores impuestos para los ricos.
• Noruega: en 1992, Noruega implementó una reforma fiscal significativa que redujo los impuestos sobre los ingresos más altos y las corporaciones.
• Australia: también se analiza una serie de reformas fiscales que redujeron los impuestos a las clases altas en varias ocasiones a lo largo de los años.
• Nueva Zelanda: similar a Australia, se mencionan reformas fiscales que favorecieron a los ricos.
• Países Bajos: aunque no se detallan tantas reformas como en otros países, también se incluyen en el análisis de los recortes fiscales para los ricos.