Ainoha Izaga Ibieta Lima ha sido identificada por la Interpol. (X)En el año 2018, saltaron las alarmas en Sant Julià de Ramis, un pequeño municipio de Girona, en Cataluña. Era principios de agosto, y apareció el cuerpo sin vida de una mujer en una nave del pueblo.
Desde el principio, el caso estuvo envuelto en el misterio, pues no se conocía el origen de la joven y tampoco había una pista que la vinculase con algún conocido. Tan solo se sabía que rondaba los 30 años y que era extranjera. La policía pudo tomar algunos datos biométricos, como las huellas dactilares, pero no tenía más información.
Manuel Mármol, la persona que la encontró, describió el traumático suceso. Después de salir del trabajo, comió y se echó la siesta, como en un día normal. Sin embargo, al levantarse, escuchó fuertes ladridos de sus perros. “Los seguí y me llevaron hasta el antiguo gallinero, que tenía la puerta medio abierta, y de reojo vi un cuerpo”, declaró en la Cadena Ser tres años después.
Ni él ni las otras dos personas que vivían cerca del lugar de los hechos conocían a la víctima. Nadie en la zona la había visto antes y tampoco se había localizado ningún vehículo cerca del lugar de los hechos.
Todo lo que envolvía a este suceso era extraño, y el caso quedó en un limbo jurídico debido a la falta de datos vinculantes. Por esta razón, la víctima pasó al foco mediático como la mujer del cobertizo, pues era uno de los pocos detalles que se conocían sobre ella. Sin embargo, tanto la Policía Nacional como los Mossos d’Esquadra siguieron con la investigación.
Imagen de recurso Policía. (Eduardo Parra/Europa Press)
Finalmente, la intervención de la Interpol hace seis meses fue clave para esclarecer el suceso. El organismo pidió ayuda a la ciudadanía para identificar a 46 mujeres muertas de forma violenta en toda Europa. Cuatro de ellas habían sido encontradas en Cataluña en los últimos 25 años, y se desconocía su identidad.
Gracias a la advertencia de la Interpol y a los datos de las huellas dactilares, las autoridades han podido descubrir la identidad de la mujer. Se trata de Ainoha Izaga Ibieta Lima, una paraguaya de 33 años.
Esto seguro que ha supuesto un gran alivio para los familiares, pues más de seis años después, se ha podido esclarecer quién era. El cuerpo fue enterrado en una fosa común del cementerio de Girona, hasta que se reconociese su identidad y se contactase con sus allegados más cercanos.
Imputan a la guardia urbana Rosa Peral y a su padre por ocultación de bienes antes de ser condenada por asesinato. La víctima se suicidó, pero aún se desconocen los motivos que le llevaron a ello. También es un enigma el porqué se encontraba en ese pequeño municipio y decidió ir a ese cobertizo para acabar con su vida.
La Interpol ha subido una publicación a sus redes sociales en la que ha confirmado que el caso ha sido resuelto mediante el programa Identify Me, en el que colaboraban con las autoridades españolas. Algunos usuarios, tanto en esta publicación como en otras, están mandando sus condolencias a la familia con mensajes de Descanse En Paz (DEP).