La ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid saca a la luz un importante hallazgo arqueológico: los restos del Real Canal del Manzanares (EFE/ Nahia Peciña)En el siglo XVIII, se empezó a construir el Real Canal del Manzanares, una infraestructura hidráulica cuyo fin habría sido el conectar Madrid con Aranjuez, de ahí enlazar con el río Tajo, y conectar directamente con Lisboa para unir ambas ciudades mediante un canal navegable y dar un acceso directo al mar a la capital española.
Aunque al final solo llegó a ser navegable el tramo desde Madrid centro a su límite con Getafe y Rivas-Vaciamadrid - porque acabó por llegar antes el ferrocarril y perdió sentido -, algunas de las esclusas se conservan a día de hoy. En la cumbre de su amplitud, el Real Canal del Manzanares fue una infraestructura de 22 kilómetros de longitud, 14 metros de anchura y tres de calado, con 10 esclusas, una cabecera, un embarcadero en Madrid, y casas de personal y de mantenimiento, aprovechando la fuerza hidráulica para molinos.
Recientemente, los trabajos de ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid han desenterrado, 200 años después su construcción, el tramo más largo y mejor conservado de este proyecto. En concreto, el (re)descubrimiento de este tramo de más de 30 metros del Real Canal del Manzanares - formado por muros de ladrillo, tablones de madera y estacas que definían su cauce - ha tenido lugar durante las excavaciones para la futura estación de Madrid Río, en el barrio de Arganzuela.
El Canal estaba pensado para llevar barcazas tiradas por bueyes y caballos mientras caminaban a los márgenes del canal. Funcionó durante cien años, y este tramo es de los más utilizados en la época - debido a que en la zona se encontraban varias fábricas e industrias que lo utilizaban para el transporte de mercancías - hasta la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX, tras lo que dejó de utilizarse y quedó enterrado y olvidado.
La ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid saca a la luz un importante hallazgo arqueológico: los restos del Real Canal del Manzanares (EFE/ Nahia Peciña)En cuanto llegue la tuneladora Mayrit a la futura estación, se perderá la mayor parte de este fragmento de canal. Al menos en su ubicación original: la arqueóloga Esther Andreu, encargada de la obra, informó de que “se están guardando tablas para ser restauradas y se están utilizando escáneres láser para recoger toda la información”. Según explicó, “no ha sido ninguna sorpresa encontrarnos con este tramo del canal aquí”, entre otras cosas, por no ser el primer hallazgo de este tipo en el entorno y porque, además, los vecinos de Arganzuela llevan avisando dos años de que las obras ponían en peligro ese tramo del Real Canal del Manzanares.
Los vecinos y vecinas de Arganzuela se han pronunciado al respecto, lamentando que las obras hacen imposible la preservación de los restos in situ. Según informan desde La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, los ciudadanos locales habían avisado haría dos años - antes del inicio de las obras - de la existencia de estos restos arqueológicos, resaltando que, si la estación de Metro se hubiese construido en el Paseo de Yeserías (según lo previsto), podrían haberse conservado.
En marzo de 2023 solicitaron que la arboleda histórica de Arganzuela fuese declarada Bien de Interés Cultural, a lo que no recibieron respuesta alguna de la administración. En dicha solicitud - el movimiento ciudadano Yo Defiendo Este Árbol/NO a la Tala - destacaban también la coincidencia del cauce del Real Canal del Manzanares con el trazado de la arboleda donde iban a llevarse a cabo las obras de la estación de Metro.
Mantienen, con la confirmación de lo que habían previsto, que se tenía conocimiento de que las obras de ampliación de la línea 11 desenterrarían los restos del Canal; y culpan a la Comunidad de Madrid de no haber protegido tanto el patrimonio histórico como el verde del parque. Ante el anuncio de la Comunidad de Madrid de exponer las secciones mejor conservadas en un espacio museístico dentro de la estación, solicitan que haya participación vecinal al considerar insuficiente el establecimiento de un área de exposición en la estación.