Cómo evitar que se acumulen gotas en el retrovisor (Freepik)Lidiar con los retrovisores cuando llueve es una de esas molestias cotidianas con las que muchos conductores tienen que lidiar diariamente en periodos de lluvia. Ajustarlos para mejorar la visibilidad se vuelve una tarea inútil cuando están cubiertos de gotas que distorsionan la imagen o que impiden la visión por las decenas de gotas que se acumulan en los cristales. Intentar secarlos con la manga del abrigo o un pañuelo solo resuelve el problema por unos segundos antes de que el agua vuelva a empañarlos.
Además, el vaho que se acumula en invierno en su superficie crea otro inconveniente. De esta manera, los conductores que no tengan instalados unos retrovisores calefactados, tiene que estar pendiente constantemente para poder obtener una visión clara sobre lo que ocurre alrededor del vehículo. No obstante, gracias a diversos trucos caseros que se han hecho virales en internet, se han difundido dos métodos igual de eficientes que impiden la acumulación de agua en el espejo.
Así, se han extendido dos sistemas de prevención para los vehículos con dos productos que se pueden encontrar fácilmente en cualquier hogar: la patata y la pasta de dientes. Aunque parezca extraño para mucho, e incluso asqueroso para otros, las propiedades de sus componentes evitan la adherencia del agua en la superficie del retrovisor. Ahora solo queda una cuestión: ¿cómo se aplican al espejo del coche?
Cómo usar una patata para tener seco el retrovisor (Pixabay)El procedimiento para crear una capa protectora con la patata en el retrovisor es simple y rápido. Basta con cortar una patata por la mitad y frotar directamente la superficie del retrovisor con la parte interior del tubérculo. El almidón que desprende actúa como un abrillantador natural, creando una fina capa que repele el agua y evita la acumulación de gotas. Este producto funciona por sus propiedades hidrofóbicas.
Además, este componente también ayuda a evitar la adherencia de suciedad y grasa, lo que contribuye a mantener los retrovisores limpios por más tiempo. Para obtener los mejores resultados, se recomienda dejar reposar el almidón entre 15 y 30 minutos antes de enjuagar la superficie con agua y secarla con un paño de microfibra. En algunos casos, los conductores han repetido el procedimiento dos veces para reforzar la capa protectora y lograr un efecto más duradero.
Imagen vía Wikipedia Commons.
El otro producto casero que ha demostrado ser eficaz es la pasta de dientes. Al extender una pequeña cantidad sobre el retrovisor seco y dejarla actuar por unos minutos antes de pulir la superficie con un paño, se crea una capa protectora que reduce la adherencia del agua. Este efecto se debe a los agentes de limpieza que contiene la pasta de dientes, los cuales minimizan la tensión superficial del agua y permiten que las gotas se deslicen rápidamente en lugar de quedarse adheridas.
El proceso de aplicación es sencillo: basta con colocar una pequeña cantidad de dentífrico en un paño seco y distribuirlo uniformemente sobre el retrovisor. Luego, se deja actuar unos minutos para que los compuestos activos formen la película protectora. Finalmente, se pule la superficie con un paño de microfibra hasta que quede completamente limpia y sin residuos visibles. La aplicación de este truco es especialmente útil en días de lluvia intensa, ya que mejora la visibilidad sin necesidad de recurrir a productos especializados. Sin embargo, es importante asegurarse de retirar bien los residuos para evitar que la pasta deje marcas en el cristal o que reduzca la nitidez del reflejo en el retrovisor.
A diferencia de la patata, que basa su efecto en el almidón, la pasta de dientes crea una barrera basada en sus componentes abrasivos y detergentes, lo que también ayuda a eliminar suciedad acumulada, tal y como indica Motor. Algunos conductores afirman que el resultado puede durar varias semanas, aunque su efectividad puede disminuir con la exposición continua a la lluvia o los lavados del coche.
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Para aquellos que prefieren una solución más técnica, existen en el mercado tratamientos antilluvia diseñados específicamente para repeler el agua en cristales y retrovisores. Estos productos contienen resinas hidrofóbicas que crean una barrera protectora, logrando que el agua resbale rápidamente incluso a velocidades de hasta 80 km/h.
Este tipo de productos son utilizados comúnmente en los parabrisas de los vehículos para mejorar la visibilidad en condiciones de lluvia, pero también pueden aplicarse en los retrovisores para evitar la acumulación de gotas. Aunque su costo es mayor en comparación con los trucos caseros, ofrecen una protección más duradera.