Victoria Federica, en una fotografía de redes sociales. (Instagram/@vicmabor)Atrás ha quedado aquella chica tímida y hermética a la que le disgustaba ser el centro de atención, pese a su proyección pública como miembro de la familia del Rey. En los últimos años, la vida de Victoria Federica de Marichalar y Borbón ha dado un giro de 180 grados, tanto que se ha convertido en la primera royal española en participar en un programa de televisión, además de dedicarse por completo a su faceta como influencer en las redes sociales.
Dado que el desarrollo y la evolución de su imagen pública ha causado un cambio significativo en la monarquía española, Infobae España se ha puesto en contacto con la experta en imagen y reputación Arantxa Pérez Jaramillo para analizar esta evolución y su repercusión en el seno de la institución.
Lo primero que destaca la también directora de PR&MANAG es que la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar es un personaje que ha vivido “un cambio bastante considerable”. “Victoria no estaba cómoda en ese mundo, no tenía soltura con la prensa. Al contrario, era más bien arisca y reservada”, detalla la experta, quien afirma sentirse sorprendida por la transformación de la hermana de Froilán.
“Yo no la veía capaz de desenvolverse en un programa de televisión (El Desafío), ni mucho menos participar en pruebas delante de una cámara. Yo creo que el espacio de Antena 3 le ha dado una soltura que ella ha conseguido controlar“, explica Arantxa, quien agrega que el hecho de estar rodeada de gente ”que le ha hecho sentir cómoda” ha jugado un gran punto a su favor. “Esto se extrapola a cualquier situación. Tener gente que no la haga sentir fuera de lugar le ha permitido soltarse, desenvolverse con su propia personalidad y hablar con total naturalidad”, agrega.
Victoria Federica, en la presentación de 'El Desafío'. (Atresmedia)El de Victoria Federica es un caso inusual: su vinculación con la monarquía española y su exposición pública debido a su faceta profesional en el mundo de las redes son dos premisas perfectas para crear un auténtico boom, sobre todo por dedicarse a “una profesión que socialmente no es aceptada ni habitual”.
”Ella ha optado por una libertad que no es común en la Casa Real Española. Para empezar, no ha seguido una línea de estudios, pues dejó la Universidad para dedicarse a las redes sociales, al igual que sus amigos, que son influencers”, sostiene Pérez Jaramillo, que afirma que “esa profesión le encajaba más que preservar seguir siendo aristócrata”.
Victoria Federica en el Pódcast de 'Nude Project'. (Instagram/@nudeprojectpodcast)En esta línea, la experta en imagen y reputación aclara que ”Victoria Federica no es de la Casa Real española“. ”Es decir, se la considera más como aristócrata que miembro de la monarquía española”, añade, pese su vinculación con el rey Felipe VI y la futura heredera, su prima la princesa Leonor. De acuerdo con las palabras de la entrevistada, ello se debe a que su posición dentro del seno de la Familia Real española le otorga cierta libertad con su vida personal.
El árbol genealógico de la Familia Real española Pese a que se podría creer que el hecho de que Victoria se dedique al mundo influencer podría ser un hándicap, lo cierto es que esto “no afecta negativamente a la monarquía, sino todo lo contrario”. ”La Casa Real también ha dado un giro radical en cuanto a las redes sociales. Se les ha visto muy naturales en su papel de Instagram, donde comparten reels muy cercanos, mostrando su día a día. Tanto es así que el trabajo de Victoria Federica ahora está más igualado a la actitud y manera de ser de la institución”, manifiesta la directora de PR&MANAG.
“Más que perjudicarles, yo creo que les ha animado a naturalizar un poco la figura que ellos tienen y que es tan institucional. O sea, a desligarse un poco de esa rectitud”, destaca.
Eso sí, aunque la royal española muestra cierta libertad en sus apariciones públicas, lo cierto es que “todo está muy controlado”. “No es un perfil del que tú eres responsable de tus propias acciones. Mientras ella vaya haciendo las cosas bien, teniendo un perfil moderno y realizando diferentes entrevistas distendidas, no hay ningún problema”, admite la experta, que asegura que “el inconveniente” estaría en que Victoria reviviese situaciones de su pasado, como aquella en la que “se la veía montando en patinete por la Gran Vía junto a una amiga, sin casco y sin nada”.