
En las carreteras españolas -y las de la mayoría de países del mundo-, los vehículos motorizados no solo circulan por las clásicas calzadas con uno o más carriles por sentido de circulación, sino que también pueden atravesar otras zonas por las que circulan otra clase de medios de transporte: los trenes.
La red ferroviaria, en ocasiones, debe atravesar núcleos poblacionales, haciendo que sus vías se planten en determinadas calles de una localidad, alterando el funcionamiento de la misma y el tráfico vial que discurre en ellas. Para fusionar las vías del tren con las carreteras, se crean intersecciones, denominadas pasos a nivel, en los que el tráfico ferroviario tiene preferencia y cuenta con los sistemas de señalización y protección correspondientes, según se explica en Cruzar las vías, una guía sobre cómo cruzar las vías con seguridad, elaborada por la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria.
Tipos de pasos a nivel, según su sistema de protección
Los cruces entre vías férreas y carreteras representan un espacio donde vehículos y trenes comparten el mismo plano físico. A diferencia de otras intersecciones que emplean puentes o túneles para separar los diferentes niveles de tráfico, estos cruces no cuentan con ese tipo de infraestructura, por lo que el desplazamiento vehicular y ferroviario se lleva a cabo en el mismo nivel.
La intersección puede estar situada en plena vía o en las estaciones de tren. En el primer caso, al estar fuera de las instalaciones ferroviarias, la protección se activa automáticamente cuando un tren se aproxima al paso a nivel; en cambio, si está dentro de la estación, el Responsable de Circulación se encargará de activar, manualmente, la protección.

Asimismo, la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria establece dos tipos de pasos a nivel, en función de los sistemas de protección que estos equipan:
- Pasos a nivel pasivos (Clase P): son aquellos en los que solo hay señales verticales y horizontales que advierten de la proximidad de esta zona peligrosa. No disponen de avisos luminosos ni acústicos ni de protecciones adicionales como barreras o semibarreras. Ante esta falta de sistemas de seguridad, los pasos a nivel pasivos suelen localizarse en zonas rurales con poco tráfico de trenes y vehículos.
- Pasos a nivel activos (Clase A): estas intersecciones están ubicadas en zonas urbanas con bastante tráfico vial y ferroviario, así como en estaciones de tren. Los pasos a nivel activos informan cuándo no es seguro cruzar, mediante la activación de dispositivos físicos instalados en el cruce. Este grupo, a su vez, se puede clasificar en Clase A1, protección manual; Clase A2, protección automática con aviso del lado del usuario; Clase A3, protección automática con protección del lado del usuario; y Clase A4, protección automática con protección del lado de la vía.
Precauciones al cruzar un paso a nivel
La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte de los peligros derivados de un paso a nivel, sugiriendo tomar las siguientes recomendaciones:
- Atención y precaución: es esencial prestar atención a las señales que advierten sobre la proximidad de las vías del tren. Reducir la velocidad en estos puntos es una medida fundamental para evitar riesgos.
- Detenerse cuando sea necesario: nunca intentes cruzar las vías del tren si las barreras están descendiendo o ya se encuentran cerradas. Además, cuando las luces intermitentes estén activas en un paso a nivel con barreras, detente completamente y mantente en espera hasta que se levanten.
- No detenerse sobre las vías.
- Respeta las señales de tráfico: ignorar las señales de advertencia en los pasos a nivel puede comprometer tanto tu seguridad como la de otros. Estas señales tienen como principal función prevenir accidentes y garantizar el bienestar de quienes atraviesan estos cruces.
- No adelantes en un paso a nivel: para no ocasionar ningún accidente de tráfico en una zona peligrosa como un paso a nivel, es importante recalcar que no se debe adelantar, bajo ningún concepto, en estas intersecciones.