Imagen de 'Aqui no hay quien viva'Vivir en una comunidad de vecinos implica respetar una serie de normas para garantizar la convivencia. Sin embargo, no siempre es así, y pueden surgir conflictos cuando entre los residentes hay alguien que prefiere vivir al margen de la ley.
Ruidos, fiestas a deshora, malos olores o estorbos en las zonas comunes son algunas de las principales causas de los conflictos entre vecinos. En muchos casos, las infracciones se repiten día a día, llegando a afectar en gran medida a la calidad de vida de propietarios e inquilinos. En este contexto, es importante saber cómo actuar y qué opciones se tienen.
Vecinos molestos por el ruido (Adobe Stock)Antes de tomar cualquier medida, lo primero que hay que hacer es conocer el reglamento de la comunidad. Este documento, aprobado por los propietarios, establece las normas de convivencia y el uso de los espacios comunes. Si el comportamiento del vecino es molesto pero no incumple nada de lo recogido en este escrito, no hay mucho que hacer. Por el contrario, si sí que se está vulnerando alguna de las normas, será mucho más sencillo exigir su cumplimiento.
En muchos casos, el conflicto puede resolverse con una conversación. Es recomendable hablar con el vecino de forma cordial y explicarle el problema, ya que es posible que no sea consciente de que está molestando a los demás. Mantener un tono respetuoso y proponer una solución puede evitar enfrentamientos mayores.
Si esto no es suficiente y no eres la única persona afectada, se puede plantear el problema en una junta de propietarios. Esta reunión será el espacio perfecto para debatir posibles soluciones, como sanciones económicas si los estatutos lo permiten. Además, si se requiere tomar medidas legales, contar con el respaldo de la comunidad puede ser clave.
Si el incumplimiento afecta gravemente la convivencia, como en casos de ruidos extremos fuera del horario permitido, actividades ilegales o daños a la propiedad común, se puede recurrir a las autoridades competentes. En España se podrá avisar a la Policía y presentar una denuncia formal en el ayuntamiento.
Cuando ninguna de las medidas anteriores funciona, la comunidad de vecinos puede iniciar acciones legales contra el infractor. La Ley de Propiedad Horizontal en España permite a las comunidades presentar una demanda para exigir el cumplimiento de las normas. En casos extremos, un juez puede ordenar la expulsión del vecino si su conducta es reiterada y perjudicial para el resto de los residentes. Ahora bien, si finalmente se decide denunciar será fundamental contar con pruebas como fotos, vídeos o testimonios.
Los vecinos que ‘cuidan’ del palacio de Boadilla se levantan contra el festival de María Pombo: “Es caprichoso, un disparate innecesario y un riesgo”. Los ruidos suelen ser la principal fuente de conflictos. Sin embargo, la línea de la legalidad a veces no está clara. En España, la contaminación acústica en comunidades de vecinos está regulada por la Ley del Ruido (Ley 37/2003) y las ordenanzas municipales.
En áreas residenciales, el horario diurno, comprendido entre las 07:00 y las 23:00 horas, permite niveles de ruido en interiores de entre 35 y 45 decibelios (dB). Durante el horario nocturno, de 23:00 a 07:00 horas, el límite se reduce a un rango de 25 a 35 dB.