Imagen de archivo de la Guardia Civil. (Europa Press) Conducir con discapacidad se vuelve una tarea ardua cuando no se tienen medios para adaptar los vehículos. Eso le ha sucedido este martes a un hombre de 85 años en el municipio ourensano de Toén que llevaba una furgoneta sin adaptar a su condición física.
El anciano, al que le falta el brazo derecho, conducía el vehículo cambiando de marchas con el izquierdo, una maniobra que puede ser muy peligrosa en la vía pública por la imposibilidad de realizar giros cambiando de marchas.
Fue la Guardia Civil de Tráfico la que se percató de la infracción cuando detectaron que la furgoneta ni se situaba a la derecha en las curvas ni en las rotondas ni accionaba los intermitentes para los cambios de dirección, según han publicado varios medios gallegos.
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La patrulla comprobó cómo, para aumentar o disminuir la velocidad del vehículo, el conductor tenía que soltar el volante y acceder a la palanca de cambios con la mano izquierda.
Los guardias declararon que en la Central de Tráfico ya se habían recibido varias llamadas alertando de que la furgoneta transitaba por el centro de la calzada y no usaba los intermitentes. Gracias a estas alertas de los ciudadanos, la patrulla pudo localizar con rapidez al infractor.
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A la vista de los hechos, los agentes realizaron las correspondientes denuncias tanto por incumplir las normas de tráfico como por circular sin adaptación.
Desde el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil animan a los ciudadanos a avisar de cualquier situación anómala con la que se encuentren en carretera llamando al 062 o al 112.
La Dirección General de Tráfico recuerda a todos los conductores que, aunque no reúnan todas las condiciones psicofísicas necesarias para circular, se pueden suplir las carencias con adaptaciones especiales en sus vehículos.
En España hay más de 50.000 personas con dificultades para moverse que conducen igualmente.
“Las adaptaciones en los vehículos permiten una vida más autónoma a las personas que tienen su movilidad limitada ya sea por una discapacidad de nacimiento, adquirida o simplemente por el deterioro de las capacidades psicomotoras a causa de la edad”, explica al diario ABC la subdirectora adjunta de Formación de Conductores de la DGT, Montserrat Pérez.
Para poder tener un vehículo adaptado, las personas deben acudir a un centro de reconocimiento médico homologado (CRM) para pasar un examen físico y obtener su tipo y grado de discapacidad, así como para saber cuáles son las adaptaciones que serán necesarias para el vehículo.
En el caso del hombre detenido, no solo debió pasar primero por un estudio físico por la ausencia de uno de sus brazos, sino que con 85 años debería estar pasando un examen quinquenal para renovar su permiso de conducción.
A pesar de que en España no hay límite de edad para conducir, sí deben pasar este examen cada 5 años a partir de cumplir los 65. Esto es así desde octubre de 2024, que antes era cada 10 años y puede ser incluso más frecuente si se detectan limitaciones físicas o cognitivas.
Las limitaciones más comunes incluyen la reducción en la velocidad máxima permitida, restricciones en el radio de conducción y limitaciones en los horarios, como evitar conducir de noche.
Según datos de la Fundación Mapfre, los conductores mayores de 74 años tienen la tasa de mortalidad más alta en accidentes de tráfico, con 5,3 fallecidos por cada 100.000 conductores registrados.