Una mujer jubilada (Getty Images).El sistema público de pensiones en España enfrenta retos importantes en cuanto a su sostenibilidad, al envejecimiento de la población y a la brecha de género entre hombres y mujeres pensionistas. Así lo revela el informe trimestral elaborado por el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, compuesto por académicos de la Universidad de Extremadura, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad de Valencia. Este estudio, que utiliza 20 indicadores clave, ofrece una radiografía exhaustiva de la situación actual del sistema, basándose en datos derivados de las estadísticas oficiales de la Seguridad Social.
De acuerdo con el informe, uno de los indicadores más relevantes es la inversa de la tasa de dependencia, que mide el envejecimiento de la población. Este índice se calcula como la relación entre la población en edad de trabajar (entre los 20 y los 64 años) y las personas mayores de 65 años. Una ratio más baja refleja un mayor envejecimiento, lo que supone un reto para la sostenibilidad del sistema, ya que implica una menor proporción de trabajadores activos en comparación con los jubilados.
Por otro lado, está la edad efectiva de jubilación, un indicador que refleja la edad real a la que las personas acceden a la jubilación, siendo generalmente inferior a la edad legal establecida. Esta diferencia se explica, en gran parte, por el notable peso de las jubilaciones anticipadas dentro del sistema.
El cálculo de la edad efectiva de jubilación se realiza a partir de la media ponderada de las edades en las que los jubilados se retiran formalmente de su actividad laboral. Según el último dato, de septiembre de 2024, la edad media de jubilación se sitúa un poco por encima de los 65 años, un dato que no ha parado de subir desde 2014, cuando se situaba alrededor de los 63.
Gráfico de la edad efectiva de jubilación. (Instituto Santalucía)Este estudio también destaca la importancia de la tasa de afiliación, que mide la proporción de afiliados cotizantes a la Seguridad Social en relación con la población en edad laboral. Este indicador es crucial para evaluar la capacidad del sistema de generar ingresos suficientes para cubrir las pensiones. Además, el informe analiza la ratio de afiliados por pensionista, que refleja la relación entre el número de trabajadores cotizantes y el número de pensionistas. Una disminución en esta ratio puede poner en riesgo la estabilidad financiera del sistema.
Otro aspecto clave es el análisis de los euros pagados en pensiones contributivas por cada euro cotizado a la Seguridad Social, conocido como pensión por euro cotizado. Este indicador permite evaluar la sostenibilidad del sistema en términos de la relación entre los ingresos y los gastos.
El informe también aborda la generosidad del sistema de pensiones, tanto en términos absolutos como relativos. La generosidad absoluta se mide a través del importe medio mensual de las pensiones por pensionista, mientras que la tasa de reemplazo evalúa la relación entre la pensión media de jubilación y el salario medio. Este último indicador se desglosa en dos categorías: la tasa de reemplazo agregada, que considera todas las pensiones en vigor, y la tasa de reemplazo marginal, que se centra en las nuevas altas de jubilación.
En términos de equidad, el estudio analiza la brecha de género en las pensiones de jubilación. Este indicador compara la pensión media de las mujeres con las de los hombres, tanto en términos agregados como marginales. La brecha de género agregada incluye todas las pensiones en vigor, mientras que la marginal se limita a las nuevas altas.
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El estudio detalla los ingresos y gastos contributivos del sistema, ajustados para excluir elementos no contributivos y transferencias internas. La mayoría de los ingresos provienen de las cotizaciones sociales, mientras que los gastos se concentran en las pensiones contributivas. Ambos se expresan como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) para evaluar su impacto en la economía nacional.
Además, el saldo contributivo, calculado como la diferencia entre los ingresos y los gastos contributivos, es otro indicador fundamental. Este saldo se expresa en millones de euros y también se analiza en relación con el PIB para medir su peso en la economía. Asimismo, el informe incluye indicadores como el saldo contributivo por pensionista y el saldo contributivo por cotizante, que permiten evaluar la sostenibilidad del sistema desde diferentes perspectivas.