Foto de archivo de unas termitas. (Infobae) La ignota presencia de termitas, subgrupo de los insectos neópteros, fue una desagradable sorpresa para los compradores de una vivienda en el municipio coruñés de Arteixo -localidad donde se encuentran las sedes centrales de Inditex y Zara-. Tras la aparición de estos diminutos seres en el interior del inmueble, los nuevos propietarios de la vivienda denunciaron a sus predecesores, a los que acusaron de conocer la existencia de dichos insectos.
La disputa legal entre los nuevos y antiguos propietarios de la vivienda se ha saldado, según La Voz de Galicia, con una victoria favorable a los flamantes dueños de la casa, quienes deberán ser indemnizados con una suma de dinero en concepto de daños y perjuicios.
Se sobreentiende que, a la hora de ejecutar la compra de una vivienda, esta misma se encontrará en condiciones aceptables o, al menos, en similares circunstancias a las observadas durante la visita a la casa.
No fue hasta después de haber adquirido la vivienda en propiedad y haber firmado ante notario, cuando descubrieron el regalo que tenían entre manos: una plaga de termitas se había asentado en varias estancias de la casa. Por si fuera poco, la existencia de termitas venía acompañada de carcoma (insecto coleóptero, muy pequeño y de color oscuro, cuyas larvas roen y taladran la madera), que los previos propietarios habían descubierto tras la firma del contrato de arras y tratado de solucionar para entregar la vivienda en el mejor estado posible.
Por esta razón, los compradores del inmueble llevaron a juicio a los antiguos dueños, alegando que, de haber conocido tales “vicios esenciales”, el precio ofrecido hubiera sido mucho menor o, incluso, directamente no habrían comprado la vivienda.
En su turno de defensa, los anteriores propietarios manifestaron su total desconocimiento ante la presencia de termitas, no así de la carcoma, que son igual de peligrosas al provocar pérdidas irreparables en muebles y estructuras.
Según apuntó La Voz de Galicia, la sentencia emitida por un juzgado de A Coruña resultó favorable para los demandantes, pese a que, en el mismo fallo, la magistrada describe que "la existencia de termitas era desconocida por ambas partes cuando se hizo la compraventa de la casa y, por pura lógica, la presencia de termitas es anterior en el tiempo al negocio jurídico“.
Así, la jueza condenó a los vendedores al pago de una indemnización por daños y perjuicios y al sufragio de tres mensualidades mientras se efectuaba la limpieza de la vivienda. En total, este importe total ha alcanzado una suma de 12.000 euros.
La carcoma es una clase de insecto que se alimenta de madera. (Irabia Control de Plagas) Aunque ambos insectos pueden producir enormes pérdidas económicas y materiales, la empresa Irabia Control de Plagas que las termitas son más “destructivas a corto plazo” porque son seres sociales, que trabajan en equipo y forman colonias; aunque el ruido de las carcomas es perceptible al oído humano, el de las termitas no lo es; y las termitas atacan todo tipo de madera (muebles, textiles, cartones o cualquier otro elemento derivado de las celulosas), entre otros motivos.