Un pensionista saca dinero en el cajero de su entidad bancaria. (Shutterstock) La suplantación de identidad se ha convertido en uno de los delitos más comunes en la era digital. Este crimen, que consiste en adoptar la apariencia e identidad de otra persona con el propósito de obtener algún beneficio fraudulento, ha proliferado con el auge del internet y la accesibilidad a la información personal con unos pocos clics. Una vez que el estafador consigue hacerse con la identidad de la víctima, puede utilizarla para engañar a terceros o dejar sin fondos al propio suplantado.
Eso es precisamente lo que le ha pasado a un ciudadano de la ciudad de Trento (Italia) de origen bangladesí, que un día se dirigió al mostrador de la sucursal de su banco para cambiar una tarjeta de pago que ya no funcionaba y se llevó una de las peores sorpresas de su vida: “Descubrió que esa tarjeta había sido cancelada cuatro días antes. Es decir, que su cuenta había sido vaciada por otra persona, con el mismo nombre y código fiscal en el mostrador de la sucursal sarda -de Cerdeña- del mismo banco”, según han informado los operadores del Centro de Investigación y Protección de Consumidores y Usuarios al medio italiano Corriere della Sera.
La víctima había ido a cambiar su tarjeta de débito porque no le funcionaba. Cuando llegó a su sucursal, le dijeron: “Su cuenta ya no existe, su dinero no está allí. Fuiste tú mismo quien la cerró y recogió el dinero. Se puso en contacto personalmente con una sucursal en Cerdeña hace cuatro días”. Eran 10.000 euros de ahorros que un estafador le había robado haciéndose pasar por el titular de la cuenta y utilizando su nombre, apellidos y código fiscal.
El perjudicado denunció al estafador y al banco, aunque sin ningún tipo de respuesta ni ayuda, por lo que tuvo que recurrir al Centro de Investigación y Protección de Consumidores y Usuarios para presentar un recurso ante el Árbitro para el sector bancario y financiero. Gracias a ello, el banco le pagó la indemnización íntegra por la suma robada ya que no realizó los controles debidos, según explicó el centro. Y es que posteriormente se comprobó que la fotografía, la firma en el documento de identidad mostrada por el defraudador y la firma depositada en el banco por el legítimo propietario no coincidían.
La Policía Nacional difunde un nuevo vídeo con consejos para el ciudadano, esta vez frente a las estafas. Ante el incremento de este tipo de estafas, el Banco de España lanzó el pasado mes de agosto una nueva advertencia: “El principal peligro de que los datos de tu DNI caigan en manos equivocadas es la suplantación de tu identidad y, de esta manera, operen en tu nombre haciéndose pasar por ti”, expone, por ello, ha elaborado una lista de recomendaciones que los usuarios deberán llevar a cabo cuando eso suceda:
- Dirigirse a la Agencia Española de Protección de Datos, que es el organismo competente para atender las denuncias o reclamaciones relativas a la normativa de protección de datos personales.
- En el caso de que se haya perdido o le hayan robado el DNI, se deberá presentar una denuncia cuanto antes en cualquier comisaría de la Policía Nacional o en un cuartel de la Guardia Civil.
- En el ámbito de las operaciones financieras, no debería haber inconvenientes, en principio, ya que las entidades están obligadas a tomar las medidas necesarias para verificar la identidad de las personas con las que realizan transacciones.
- Si alguien sospecha que se ha contratado un préstamo, crédito o aval a su nombre, puede consultar la Central de Información de Riesgos del Banco de España, donde se registra la información de la mayoría de los préstamos, créditos, avales y riesgos gestionados por las entidades supervisadas a partir de ciertos importes. Además, si se entera de que una entidad supervisada ha realizado alguna operación a su nombre sin su consentimiento o conocimiento, como la apertura de una cuenta o la formalización de un préstamo, tiene la opción de presentar una reclamación ante el Departamento de Conducta de Entidades.