Agente de Vigilancia Aduanera en una operación contra el narcotráfico en Granada La Agencia Tributaria prepara ya el nuevo seguro que cubrirá los accidentes de trabajo de sus funcionarios. El actual termina el 31 de marzo de este año (con Allianz Global) y el Ministerio de Hacienda está licitando actualmente el nuevo contrato por 250.000 euros y un periodo de un año para tener asegurados a sus empleados “cuando estén desplazados temporalmente por razón del servicio fuera del término municipal de su centro de trabajo, así como el personal operativo del Servicio de Vigilancia Aduanera y el personal destinado en el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales”.
Según datos facilitados por la propia Agencia Tributaria a ‘Infobae España’ el número de siniestralidad laboral dentro de la institución ha variado en los últimos cinco años: de los 267 accidentes que hubo en 2019, se bajó a 140 en 2020 y a 136 en 2021, volviendo a subir a 202 en 2022 y reducirse de nuevo a 183 en 2023 (todavía no hay datos cerrados de 2024). Desgraciadamente, algunos de estos siniestros acaban en fallecimiento. En marzo de 2023, Carlos, de 58 años, un jefe de embarcación de Vigilancia Aduanera destinado en Almería, moría en aguas de Canarias cuando intentaba abordar un velero cargado de cocaína.
Dos años antes, en 2021, José Luis, de 63 años, perdía la vida cuando el helicóptero de Vigilancia Aduanera en el que perseguía a una lancha rápida conducida por narcotraficantes se precipitaba al mar en aguas del Estrecho. Y es que son precisamente los agentes de Vigilancia Aduanera, por su especial trabajo, los que más riesgos corren dentro de la estructura de la Agencia Tributaria. En 2023, no obstante, también hubo un accidente de tráfico y un infarto mientras teletrabaja en casa que acabaron con la muerte de dos empleados de Hacienda.
La directora general de la Agencia Tributaria, Soledad Fernández Doctor La nueva póliza de seguros por siniestros cubre a dos colectivos. El primero, a la totalidad del personal que preste servicios en la Agencia “para el que se le garantiza la indemnización de las consecuencias de los accidentes ocurridos en desplazamientos temporales efectuados por razón del servicio, cuando el destino de dicho desplazamiento esté fuera del término municipal de su centro de trabajo, durante las 24 horas del día (mientras dure el desplazamiento temporal por razón del servicio), en cualquier país del mundo”, señala el pliego. Estamos hablando de 4.000 trabajadores.
El segundo colectivo incluye a personal de la Agencia destinado en el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales (en número aproximado de 900 empleados) y personal operativo de Vigilancia Aduanera (unos 1.400), “para los que se garantiza la indemnización de las consecuencias de los accidentes laborales ocurridos durante el tiempo en que desempeñen sus actividades profesionales (incluyendo el riesgo “in itinere”), así como cobertura durante las 24 horas del día mientras, en este caso, estén desplazados temporalmente de su centro de trabajo por razón del servicio".
Para ambos colectivos, la póliza que licita la Agencia Tributaria valora en 94.659,41 euros la indemnización en caso de muerte por accidente, que en este caso percibirá la familia del fallecido. En caso de incapacidad permanente absoluta para cualquier profesión u oficio derivada de un accidente, corresponderá el pago de un capital de 90.151,82 euros. En caso de incapacidad permanente parcial por accidente, y en función de la pérdida o grado de discapacidad sufrida, corresponderá el pago de un porcentaje sobre un capital base de 90.151,82 euros.
Agentes de Vigilancia Aduanera inspeccionando un yate de lujo en Ibiza En caso de gran invalidez por accidente, corresponderá el pago de un capital de 96.151,82 euros. La Agencia Tributaria recalca que ella entiende por accidente “toda lesión corporal sobrevenida al asegurado independientemente de su voluntad y debida a una causa súbita, fortuita, momentánea, externa y violenta”. Lesión que el “trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute, incluyendo los accidentes que sufra el trabajador al ir o volver del lugar de trabajo”. Dos ejemplos reales: Un derrame cerebral mientras un empleado atendía a un contribuyente (en tiempo y lugar de trabajo) y una caída tras un resbalón de un agente de Aduana que realizaba una inspección rutinaria en un velero. El empleado sufrió una fractura de costillas que conllevó una operación tras caer al mar y golpearse con el pantalán del muelle.
Quince días durmiendo frente al despacho de la directora general de la Agencia Tributaria.