Varias personas durante una manifestación por el derecho a la vivienda el pasado mes de octubre en Valencia. (Rober Solsona - Europa Press)
La vivienda fue uno de los asuntos clave de 2024, tanto en el discurso político como en las demandas de la sociedad, ante la creciente dificultad de acceso y el desequilibrio entre la oferta y la demanda. Y a juzgar por las estadísticas, la última de Eurostat indica que el precio de la vivienda en España se encareció un 8,4% en el último trimestre, poder pagar el alquiler o comprar un piso, ya sea nuevo o de segunda mano, seguirá siendo este 2025 una de las principales preocupaciones de la población, sobre todo para los más jóvenes debido a la precariedad laboral.
Apenas han pasado dos semanas desde que comenzara el año y las dificultades para acceder a una vivienda ya centran la batalla entre el Gobierno y la oposición. Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un paquete formado por una docena de medidas entre las que destacan una transferencia de viviendas y suelo a la recién creada Empresa Pública de Vivienda, la exención del 100% del impuesto de la renta sobre las personas físicas (IRPF) a los propietarios de vivienda que las pongan en alquiler según el índice de referencia y un incremento de impuestos a los compradores extracomunitarios. Mientras que el fin de semana el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, proponía un acuerdo con los presidentes autonómicos de su formación para rebajar al 4% en sus territorios el impuesto de transmisiones patrimoniales para jóvenes, facilitar el acceso a la hipoteca a menores de 40 años mediante avales u otras fórmulas que garanticen la entrada al crédito hasta alcanzar el 100% de financiación o rebajar la fiscalidad de la vivienda, entre otras medidas.
Pero independientemente del color de las propuestas, lo cierto es que ninguna de esas medidas va a resolver el problema de la vivienda de forma inmediata. “Actualmente estamos sufriendo las consecuencias de lo que se ha hecho en política de vivienda durante los últimos 50 años y no se puede resolver a toda prisa. En este sector no hay políticas milagro y las carreras son más perjudiciales que beneficiosas”, dice a Infobae España el profesor José García Montalvo, catedrático de Economía en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, pues la solución a estos problemas “nunca es a corto plazo”. Aún así, el experto asegura que sí existen medidas que se podrían implementar ya, “sin esperar a que se construyan más pisos”, y ayudarían a reducir el problema de la vivienda. Entre ellas, aumentar el parque de vivienda social acudiendo al Fondo Social de Vivienda de la banca, que gestiona alrededor de 10.000 pisos, “si bien algunas autonomías ya han empezado a comprarlos para nutrir su parque de viviendas sociales en alquiler”, explica.
El economista también destaca que otra posibilidad para atajar el problema es adoptar el modelo Dublín, donde los grandes tenedores ceden viviendas en alquiler “con un 20% o 30% de descuento sobre el precio de mercado” para que el sector público pueda gestionarlas, sobre todo “bajo criterios que tengan en cuenta a las personas con menos recursos económicos”. Esta, de hecho, fue una disposición adicional a la Ley de Vivienda que no fue finalmente aprobada, recuerda el experto, por lo que “se perdió una oportunidad de poder aumentar de forma relativamente rápida el parque de vivienda en alquiler”.
Pedro Sánchez eliminará el IRPF a quien alquile con el índice de referencia.
También hay que tener en cuenta, añade Montalvo, que en España “siempre se ha promocionado la compra de vivienda” en detrimento del alquiler, por lo que ahora es mucho más difícil optar a esa opción. Por ello, considera conveniente proporcionar una “mayor seguridad jurídica” a quien alquile su vivienda, ya que “cualquier medida que perjudique la oferta de vivienda en alquiler es negativa”.
A pesar de la falta de oferta disponible para hacer frente a una demanda que no deja de crecer, el alza de precios y la fuga de muchos contratos de alquiler hacia otras modalidades como el turístico o de temporada, la situación actual difiere mucho de la que se vivió hace unos años en pleno ‘boom’ del sector, por lo que de momento los expertos en vivienda descartan que se produzca una burbuja inmobiliaria.
Si bien la primera mitad de 2024 estuvo marcada por las subidas de tipos para contener la inflación, lo cual enfrió el mercado de compraventas, en el segundo semestre se dieron la vuelta con las sucesivas rebajas que reactivaron las operaciones ante las mejores condiciones hipotecarias. Una tendencia que se espera que se mantenga a lo largo de este 2025.
Escaparate de una inmobiliaria en Madrid. (Marta Fernández / Europa Press)
Así, según informa la agencia Efe, Bankinter ha revisado al alza sus previsiones y espera que la vivienda se encarezca este ejercicio un 5%, sobre todo en las grandes ciudades, la costa mediterránea y las islas, por concentración de población y demanda extranjera. De hecho, Tinsa ya detectó en 2024 que en las islas los precios superan los máximos históricos.
Solvia, por su parte, calcula que el precio de la vivienda cerrará 2025 con un crecimiento de entre el 4% y el 5%, y que los alquileres lo harán por encima del 10%. Fotocasa augura una subida del 7% tanto para la vivienda como para los alquileres; mientras que Pisos.com espera incrementos del 12% y del 10,3%, respectivamente, mientras que Idealista coincide en que esta tendencia alcista, tanto en vivienda en venta como de alquiler, se mantendrá a lo largo de este año.