Zona de Bajas Emisiones de Zaragoza: qué vehículos están exentos de las restricciones

A partir de marzo de 2025, Zaragoza comenzará a aplicar restricciones para vehículos con una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un proyecto que busca reducir la contaminación en las áreas más transitadas de la ciudad. Aunque las sanciones económicas no se implementarán hasta 2026, las medidas ya están en marcha, marcando un cambio significativo en la movilidad urbana. Esta iniciativa responde a los requerimientos de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, con el objetivo de mejorar la calidad del aire y fomentar el uso de medios de transporte más sostenibles.

El perímetro inicial de la ZBE se encuentra delimitado por calles emblemáticas del Casco Histórico de Zaragoza, como Echegaray y Caballero, San Vicente de Paúl, el Coso y la plaza de España. Aunque la señalización en esta área se instaló en 2022, las restricciones reales van a comenzar a aplicarse en 2025. Dentro de esta zona, los vehículos que no cumplan con los estándares ecológicos establecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) tienen restringido el acceso entre las 8.00 h y las 20.00 h. Sin embargo, se permite un margen de 15 minutos para abandonar el área en caso de entrada accidental, evitando así sanciones inmediatas.

Tal y como han informado desde La Razón, estas medidas afectan principalmente a los vehículos más antiguos y contaminantes, mientras que aquellos con etiquetas ECO y CERO pueden circular sin restricciones. Este sistema de categorización, basado en las etiquetas ambientales de la DGT, busca priorizar el uso de vehículos menos contaminantes en las zonas más concurridas de la ciudad.

A partir de 2026, las infracciones en la ZBE estarán sujetas a multas de hasta 200 euros. Para garantizar el cumplimiento de las normativas, se instalarán cámaras de lectura de matrículas en los puntos de acceso, las cuales identificarán los vehículos autorizados y detectarán posibles incumplimientos. Este sistema automatizado será clave para la vigilancia y el control de la zona restringida.

Durante el periodo de transición, el Ayuntamiento permitirá el acceso a ciertos vehículos no ecológicos que cumplan con criterios excepcionales. Este sistema de registro especial estará operativo a partir del verano de 2025, ofreciendo a los ciudadanos un margen adicional para adaptarse a las nuevas normativas.

El plan de la ZBE no se limita al Casco Histórico. Para 2030 se contempla una ampliación significativa del área restringida, que abarcará gran parte del centro de Zaragoza. Entre las zonas que se incluirán en esta expansión se encuentran la plaza Paraíso, el paseo de la Constitución, el paseo de la Mina y el paseo María Agustín. Esta ampliación busca consolidar un modelo de ciudad más sostenible, reduciendo progresivamente la dependencia de vehículos altamente contaminantes y promoviendo alternativas de transporte más respetuosas con el medio ambiente.

El proceso de implementación de la ZBE en Zaragoza se ha dividido en cuatro fases, diseñadas para facilitar la transición tanto a los ciudadanos como a las infraestructuras municipales. Estas etapas son:

• Fase 1: Desde el 11 de septiembre de 2024 y durante seis meses, será obligatorio exhibir el distintivo ambiental correspondiente, aunque no se aplicarán sanciones.
• Fase 2: Entre marzo y septiembre de 2025, la Policía Local realizará vigilancia activa y emitirá sanciones informativas sin coste económico, con el objetivo de concienciar a los conductores sobre las nuevas normativas.
• Fase 3: De septiembre de 2025 a marzo de 2026, se abrirá un proceso de registro para los vehículos que requieran autorización especial para acceder a la ZBE.
• Fase 4: A partir de marzo de 2026, la ZBE funcionará plenamente con sistemas de vigilancia automatizados, y las sanciones económicas comenzará a aplicarse a los infractores, con multas que podrían alcanzar los 200 euros.

La implementación de la ZBE en Zaragoza forma parte de un esfuerzo más amplio para cumplir con los objetivos de sostenibilidad establecidos por la legislación nacional. Este tipo de medidas no solo buscan reducir los niveles de contaminación, sino también transformar la movilidad urbana, fomentando el uso de transporte público, bicicletas y vehículos eléctricos.

Con la ampliación prevista para 2030, Zaragoza se suma a otras ciudades españolas que ya han adoptado Zonas de Bajas Emisiones, como Madrid y Barcelona, consolidando un modelo de desarrollo urbano que prioriza la salud pública y la protección del medio ambiente.