Ganar la lotería es un sueño para la gran mayoría de personas: comprar una casa más grande, un coche nuevo, viajar por todo el mundo o simplemente saldar algunas deudas pendientes. Son muchas las cosas que la gente desea hacer con el dinero de uno de estos premios, pero muy pocos los que llegan a conseguirlo. Aunque puede parecer que este golpe de suerte le facilitaría la vida a cualquiera, pasar a tener de repente varios millones en el banco puede resultar un quebradero de cabeza en muchas ocasiones.
Son varios los casos conocidos de personas que, tras ganar el premio mayor de la lotería, han acabado arruinados en poco tiempo por no haber tenido un buen plan financiero o haber despilfarrado el dinero, gastándolo en objetos de lujo que no necesitaban o regalándolo a familias y amigos que se aprovechaban de su buena voluntad. Además, este no es el único inconveniente que puede traer la fortuna, tal y como lo ha explicado Jayden Clark, un joven australiano reconocido en redes sociales (@jaydenclark22 en Instagram y @jaydenclark21 en TikTok).
El chico, que actualmente tiene 22 años, ha utilizado su perfil de TikTok para explicar a sus seguidores cuál fue su experiencia personal después de que sus padres, hace ya aproximadamente una década, ganasen la lotería. Un día, su madre lo recogió a él y a su hermana del colegio diciéndoles que tenían una “gran sorpresa” que darles. Al llegar a la vivienda, sus padres levantaron un enorme cheque que indica que habían ganado el premio mayor de la lotería, pero los niños, tan pequeños todavía, no entendían qué significaba aquello realmente.
“De la noche a la mañana pasamos de ser bastante pobres a ser multimillonarios. Fue lo más interesante que nos pasó en la vida”, explicó el joven. Su familia, hasta ese momento, sobrevivía “de sueldo en sueldo”, por lo que aquel dinero les permitió estar mucho más despreocupados. Sin embargo, Jayden asegura que desde el primer momento tuvieron claro que querían administrar adecuadamente el dinero, pero no sabían cómo hacerlo: “No tenían a nadie con dinero. Tuvieron que resolver todo por su cuenta.
La familia vivía en Adelaida, en Australia, en una casa modesta, y al principio sus padres estaban “paranoicos” sobre su privacidad. Sus vidas cambiaron por completo y Jayden se sentía incómodo contándole a la gente lo que había sucedido: “Durante mucho tiempo estuve indeciso entre querer compartir mi historia y sentirme avergonzado por ello”.
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“No lo merecíamos porque no trabajamos duro”
Vivir en el mismo lugar en el que habían estado toda su vida se hizo complicado cuando la gente comenzó a descubrir que habían ganado la lotería: “Siempre dejaban muy claro que no lo merecíamos porque no trabajábamos duro”. Esto provocó que Jayden y sus hermanos se sintiesen incómodos siendo ellos mismos: “Tienes una mentalidad extraña sobre el trabajo y el valor del dinero. Nunca me pareció algo natural”. “Definitivamente, me hicieron sentir que no era nada de lo que estar orgulloso”, expresa el joven australiano.
Con el dinero de la lotería, la familia de Jayden pudo comprarse una casa en un barrio lujoso, una vivienda “hermosa, como si fuera el plano de un reality show”: “Estaba en una calle en la que había médicos y sacerdotes que eran dueños de iglesias, y allí estábamos nosotros”. Sin embargo, compartieron con sus seres queridos: “Mi madre era muy generosa y ayudaba a la familia. Cuando era niño, mis mejores amigos pasaban la Nochebuena en nuestra casa y Papá Noel les traía regalos. Casi nos sentíamos mal, no por ellos directamente, sino más bien por haber tenido tanta suerte”.
El sentimiento de culpabilidad no desapareció hasta que Jayden se trasladó a Estados Unidos: “No fue hasta que llegué a Los Ángeles que me sentí parte de algo y normal, porque aquí hay tanta gente loca con vidas locas. En casa incluso me sentía como un paria”. Pese a todas las cosas negativas que la fortuna les trajo, la familia pudo vivir experiencias inusuales que se han quedado guardadas en su recuerdo: “Tenemos muchas historias locas: somos una familia de un pequeño pueblo sin dinero que luego toma limusinas hasta el aeropuerto para un viaje interestatal”.
A día de hoy, Jayden asegura que su familia ya no es multimillonaria, pero gracias a que sus padres intentaron administrar correctamente su dinero y consiguieron organizarse, todavía pueden vivir cómodamente y sin preocupaciones. Un ejemplo de la necesidad de contar con un buen plan financiero en estos casos y tener siempre en cuenta que el dinero no es infinito.