Tras las celebraciones navideñas, a la combinación de los de gripe y resfriados se ha unido un nuevo agente: el norovirus. Este virus, que no es la primera vez que irrumpe en España, ya registró un brote en España en el año 2016.
En esta ocasión, y según los datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica, por el momento las comunidades autónomas más afectadas son Madrid, Cataluña y Andalucía. Las residencias de ancianos, así como los hospitales y centros educativos, han sido tres grandes núcleos de contagio. Así, hay que resaltar que el norovirus es altamente contagioso y se transmite a través de alimentos, agua o superficies contaminadas, además del contacto cercano con personas infectadas.
Qué es el Norovirus: síntomas y complicaciones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica al norovirus como la principal causa de gastroenteritis aguda a nivel global, con una incidencia mucho mayor en los países de bajos ingresos. Cada año se registran aproximadamente 685 millones de casos, de los cuales 200 millones corresponden a niños menores de 5 años. Este virus representa una carga importante para la salud pública, causando alrededor de 200.000 muertes anuales, incluidas 50.000 en población infantil.
En cuanto a la sintomatología, los pacientes presenta náuseas, vómitos, dolor estomacal, diarrea, malestar general, febrícula y dolor muscular. Estas señales suelen aparecer entre las 12 y 48 horas posteriores a la exposición al virus.
La duración de los síntomas varía, aunque generalmente persisten entre uno y tres días. Sin embargo, el impacto puede ser más severo en ciertos grupos de riesgo, como niños pequeños, personas mayores y quienes padecen otras patologías.
Ahora bien, tal y como remarcó el catedrático en microbiología, José Antonio López Guerrero, en este medio, el norovirus se trata de un virus que no suele ser grave en personas sanas.
Cómo tratar el Norovirus
No hay un tratamiento específico para tratar a los afectados por el norovirus, ya que los antibióticos no sirven para tratar este tipo de infecciones. Por ello, las indicaciones médicas se centran en aliviar los síntomas. Es fundamental mantenerse hidratado, especialmente en casos de vómitos y diarrea, para prevenir la deshidratación. Beber agua, soluciones de rehidratación oral o caldos puede ser de ayuda. En casos graves, puede requerirse hidratación intravenosa.
Se recomienda el descanso y evitar alimentos grasos o difíciles de digerir hasta que los síntomas disminuyan. Aunque los medicamentos antidiarreicos pueden aliviar las molestias, no siempre se aconsejan, especialmente en niños pequeños, sin consultar a un médico.
Por otro lado, tomar medidas para evitar la propagación del virus es también muy importante. De esta forma, para evitar la propagación del norovirus, es esencial lavarse las manos con agua y jabón, especialmente después de usar el baño o manipular alimentos. También hay que limpiar y desinfectar superficies contaminadas con productos a base de lejía. Lavar frutas, verduras y cocinar bien los alimentos, especialmente los mariscos. Si se está enfermo, se recomienda evitar preparar comida para otros durante al menos dos días tras el cese de los síntomas. Además, lave la ropa sucia con agua caliente para eliminar restos del virus.