La nueva ley de bienestar animal entró en vigor en septiembre de 2023. Su artículo 30.1 señala que las “personas que opten a ser titulares de perros deberán acreditar la realización de un curso de formación para su tenencia”, que tendrá una validez indefinida. Más de un año después, no hay noticias sobre este curso, cuyo contenido aún está pendiente de regulación, al parecer mediante un real decreto.
Lo único que se sabe es que el curso será gratuito, se impartirá preferentemente de manera ‘online’, tendrá una duración de unas cuatro horas y el plazo para realizarlo será de seis meses desde que entre en vigor el texto que lo regule. El Ministerio de Derechos, Consumo y Agenda 2023 ya aclaró que solo tendrán que hacerlo quienes adquieran o adopten un perro a partir de la entrada en vigor del ese real decreto. Es decir, no lo tienen que realizar todos los dueños de perros (hay 9,3 millones en España), sino quienes se conviertan en titulares de esta mascota con posterioridad a que se apruebe la norma.
El objetivo es que la reglamentación de este curso esté ya lista en 2025. Para ello, el ministerio acaba de dar el primer paso licitando un contrato de “asistencia técnica para la adaptación virtual y testeo de un programa formativo sobre tenencia de perros”. El Gobierno de coalición formado por PSOE y Sumar quieren implantar ya ese programa formativo en un entorno virtual y su posterior testeo entre algunos usuarios. Las empresas interesadas tienen hasta este viernes para presentar sus ofertas, ya que el ministerio está dispuesto a pagar 121.869 euros.
La Dirección General de Derechos de los Animales será la encargada de facilitar a la empresa ganadora el programa formativo, que se dividirá en un número de acciones concretas que incluyan los contenidos teóricos y prácticos “que permitan obtener los objetivos definidos para adquirir las competencias necesarias vinculadas con la tenencia responsable de perros”, reza el pliego de condiciones.
Entorno virtual innovador
La adjudicataria se encargará luego de implantar este programa formativo “en un entorno virtual innovador e interactivo que aproveche el desarrollo de la tecnología para promover un aprendizaje dinámico, atractivo y eminentemente práctico a las personas destinatarias de la formación”. Además de poner en marcha una plataforma para crear espacios de enseñanza ‘online’ y administración, distribución y control de todas las actividades incluidas en el programa de formación no presencial. Esta plataforma se diseñará para poder prestar servicio a un número indefinido de usuarios concurrentes, nunca superior a 1.000 personas al mismo tiempo.
Después llegará el “testeo”, el proceso de evaluación y de puesta a prueba de la propuesta formativa a través de pruebas que realicen 50 usuarios finales, es decir, personas que vayan a tener un perro. Este segundo proceso permitirá “recolectar información útil para determinar si el programa formativo diseñado cumple con las características adecuadas para satisfacer las necesidades previstas y responde al objetivo planteado”.
Finalmente, la implantación de la aplicación virtual del curso deberá incluir “la funcionalidad para el seguimiento del desempeño de los usuarios de la formación” y que permita la evaluación de sus conocimientos por medio de una prueba y, en caso de éxito, la expedición de un certificado que avale la superación de la formación. Un portavoz del ministerio explica a Infobae España que lo que se está licitando “es la elaboración de una plataforma para la impartición telemática” del curso, pero que “cualquier administración pública podrá organizar o delegar en terceros la organización de cursos presenciales o telemáticos, siempre y cuando los contenidos se ajusten a los que recogerá el real decreto de desarrollo de la Ley 7/2023″.
Los plazos fijados en el contrato es que es la adaptación virtual y el testeo se desarrollen durante ocho meses a partir de abril de 2025. El ministerio también exige el formato de la implantación virtual del programa formativo tenga un alto contenido gráfico (que se pueda adaptar a los formatos de los vídeos formativos) y que su navegación sea sencilla, clara, intuitiva y accesible.