El cartel de la discoteca Casa Fátima Ino de Torremolinos (Málaga) lo deja claro. “No peleas, drogas, gorras, chanclas y maricones”. El reglamento, publicado en una foto en la cuenta de Instagram de este club y restaurante marroquí que se autodenomina de lujo, tenía como fin comunicar el evento que tenía previsto celebrarse a partir del próximo 18 de enero. “La dirección se reserva el derecho de acceso”, se podía leer en la cuenta, que actualmente está privatizada. El Ayuntamiento de Torremolinos ha anunciado que va a denunciar este mismo viernes este hecho ante la Policía Nacional, mientras que la Junta de Andalucía ya ha iniciado las actuaciones para abrir un expediente sancionador por infracción a los derechos de las personas LGTBI
La alcaldesa del municipio, Margarita del Cid, ya denunció la publicación el jueves por la noche a través de su propia cuenta de Instagram. “En Torremolinos no vamos a consentir estas actitudes. El odio y la homofobia no tienen cabida aquí y vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para prohibir este evento y cualquier actividad de un club que fomente esta lamentable actitud. Los únicos que sobran son ellos”, escribió.
El Ayuntamiento ha anunciado, a través de un comunicado, que denunciará al club ante la Policía Nacional por “delito de odio” contra los organizadores de esta “fiesta homófoba”. “La buena noticia es que eso no se va a producir en Torremolinos, bajo ningún concepto; la mala noticia para ellos es que los vamos a denunciar por delito de odio y vamos a llegar hasta donde haga falta para desterrar estas actitudes homófobas”, declaró la concejala en el texto publicado en la página web del consistorio. Además, han declarado que no consta ningún permiso ni licencia de actividad comercial u ocasional, por lo que se hubiera tratado de una fiesta ilegal.
En el escrito, han explicado que la alcaldesa realizará la denuncia en persona en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Torremolinos y Benalmádena. Lo hará tanto en representación del Ayuntamiento, como a título personal, por delito de injurias y de odio, por ser víctima de insultos desde la cuenta en redes sociales de este club privado a su cuenta, en la que se reiteraban en su actitud homófoba y anunciaban que no harían ningún evento en Torremolinos.
Además, como ha recogido Europa Press, la Junta de Andalucía abrirá un expediente sancionador, amparándose en la Ley 8/2017 de 28 de diciembre, para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares. La Junta no descarta tomar otras medidas oportunas.
Asimismo, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha calificado este viernes de “directamente intolerable” y “directamente ilegal”.
Facua también ha denunciado ante la Fiscalía
FACUA Andalucía ha presentado una denuncia ante la sección territorial de Torremolinos de la Fiscalía Provincial de Málaga contra la discoteca Casa Fátima Ino por “posibles delitos de odio”. A través de un comunicado, han explicado que la palabra “maricones” conlleva una “carga ofensiva y humillante hacia un colectivo social que tradicionalmente ha sido objeto de discriminación, hostilidad y trato violento”, han escrito.
Para ello, se acogen al Título XXI de libro segundo del Código Penal relativo a los delitos contra la Constitución. En su artículo 510, el texto recoge que serán castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años, y multa de seis a doce meses a “quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquel, por motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, aporofobia, enfermedad o discapacidad”.
A pesar de la controversia, el promotor del evento ha declarado al medio local Málaga Hoy que considera estar “en su derecho” y, pese a las críticas, “mantendrá el mismo reglamento”, justificándolo bajo el argumento de que “hay que tener sitios limpios”.