“No sé si puedo hacer esto”: la confesión de Charlène de Mónaco a su fotógrafo minutos antes de su boda con el príncipe Alberto

Charlène de Mónaco es una de las royals más intrigantes y desconocidas de la realeza europea. Casada desde el año 2011 con el príncipe Alberto, su imagen siempre ha dado mucho de qué hablar por su semblante serio y afligido. No obstante, el día de su boda con el monarca del principado la sociedad monegasca consiguió ver en su rostro alguna que otra sonrisa. Y ahora sabemos de primera mano los entresijos del evento gracias al fotógrafo Julian Lennon, escogido por la pareja para inmortalizar el gran día.

Lennon acaba de publicar el libro “Life’s Fragile Moments”, donde desgrana dos décadas de moda, paisajes y retratos. El hijo del vocalista de The Beatles y Cynthia Lennon vivió desde dentro la boda de los príncipes de Mónano y en una entrevista con la revista Forbes ha confesado que fue una figura clave en la serenidad de Charlène ese día.

Minutos antes de partir hacia el altar, la atleta se encontraba siendo la protagonista de un reportaje fotográfico para Lennon que más tarde serviría como donación solidaria a través de la Fundación Princesa Charlène. Sin embargo, mientras posaba para las imágenes, la joven comenzó a tener un ataque de ansiedad. “Ella se quedó sentada, mirándose fijamente al espejo, como entumecida. Se volvió hacia mí y me dijo: “Jules, no sé si puedo hacer esto”. Yo le dije: “¿De qué estás hablando?”. Ella dijo: “No puedo hacerlo, no estoy segura de poder hacer las fotografías, hay demasiadas distracciones”, admite a la revista.

El hijo de John Lennon supo cómo actuar en ese momento y consiguió transmitirle a la novia ánimo y tranquilidad. “Este es un momento histórico; déjame ser solo una mosca en la pared”, le pidió a su Alteza Serenísima, a lo que ella aceptó. En cuestión de diez minutos, Julian realizó un reportaje de éxito que dejó totalmente satisfecha a la princesa.

Entre los cientos de fotografías que tomó ese día, el artista plasmó a la novia mirándose en un espejo y ahora, trece años después, ha sido la elegida para la portada de su libro. “La recorté de una determinada manera y pensé: “Dios mío, ahí está. Es la princesa Grace, es la década de 1950”. Así que convertí todas las fotografías en blanco y negro”, ha confesado.

En la imagen, se puede apreciar la mirada indecisa e insegura de la princesa mientras observa una vez más su rostro antes del gran momento. Y, de hecho, las palabras de Lennon confirman los nervios que se pudieron observar en su cuerpo ese 1 de julio de 2011. No obstante, y aunque muchos aseguran que las lágrimas de la monarca en el evento eran causadas por la tristeza más que por la felicidad, el fotógrafo confirma las palabras de la princesa, quien ha asegurado en algunas ocasiones que ese día sintió de todo menos pena.

“Estaba tan absolutamente agotada que cuando nos pusimos los anillos, yo, que estaba tan nerviosa, vi que se lo estaba poniendo en la mano equivocada. Creo que Alberto me dijo algo como: ‘Cariño, es esta mano". Y yo me quedé: “Oh Dios, me gustaría que hubieras dicho eso antes, ¡oh no! ¡Iba a por la mano equivocada! Desearía haberlo hecho mejor después de todo lo que he aprendido. Fue estresante, mucha presión”, reveló Wittstock en su octavo aniversario.

También aprovechó la ocasión para explicar y acallar los rumores sobre una presunta fuga días antes de la boda: "Y luego comenzaron los rumores. Dijeron que estaba huyendo. ¿A dónde corría? ¿Al lado oscuro de la luna? Creo que es imposible, sin embargo, que alguien en el exterior entienda cuán horrible, cuánta presión había para los dos. Enorme. No lo creerías”.