El martes 7 de enero, el director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, dio su discurso sobre la libre expresión de las plataformas Facebook e Instagram. Enfocado en “volver a las raíces”, el multimillonario estableció el nuevo rumbo que tomaran con respecto a los gobiernos y medios tradicionales, “que han presionado cada vez más para censurar contenido”. Por eso, las nuevas políticas de contenido y verificación de datos del gigante tecnológico se aproximarán más a las de su vecino X, de Elon Musk, en pleno conflicto internacional, que se ha convertido recientemente en el altavoz de la ultraderecha, donde la libre expresión es el pilar fundamental de la red social.
Así, Zuckerberg se pega a una fórmula denunciada por expertos y sentenciada por diferentes estudios que alertan sobre los bulos, la desinformación y crecimiento del odio social. Pero no es esto lo que ha podido llevarse toda la atención. Mientras unos ponían los oídos a las palabras del fundador de Facebook, otros ponían los ojos en su muñeca.
Y no es para menos. Como menciona el diario Watson, el empresario llevaba un reloj de la marca Neuchâtel. Una magnífica joya de la marca Greubel Forsey, con un valor estimado de casi un millón de euros (895.500 dólares). Únicamente se fabrican entre 2 o 3 unidades al año. Construido solamente con herramientas tradicionales, fabricar un reloj de estos requiere aproximadamente unas 6.000 horas de trabajo (250 días).
El cambio de Zuckerberg
La pieza que mostró el director de Meta está producida en 2019. “Este reloj ha pasado por una serie de pasos y acabados hechos a mano que son increíbles en términos de horas. Es un trabajo fenomenal”, ha explicado Marco Gabella, experto en el tema y fundador de la revista especializada en relojes Watchonista.
“Desde hace varios meses, los amantes de los relojes se han dado cuenta de que ha empezado a usar relojes no solo de lujo, sino sobre todo de conocedores, incluso de expertos”, ha añadido. Entre ellos, un Patek Philippe 5236P Calendario perpetuo, de los más raros, como también un Bulgari Octo Finissimo Ultra COSC, el mejor reloj-cronómetro del mundo, con un valor estimado de 563.800 euros.
Esto se traduce en que, “claramente, Mark Zuckerberg tiene una auténtica pasión por los relojes. No puedo encontrar el suyo en el mismo lugar. Se unió al juego de mostrar sus credenciales en varias tiendas. Es interesante”, según el experto.
Journe (marca de relojes exclusivos) exige a sus clientes que se apunten a una lista de espera y que muestren interés repetidas veces. Ser Mark Zuckerberg no es suficiente. Lo mismo pasa con Greubel Forsey.
Clientes de alta gama enfadados
Sin embargo, este nuevo foco de atención que rodea al empresario y la marca suiza podría molestar a más de uno. “Paradójicamente, todo este revuelo provocado por las celebridades está haciendo mucho daño a la clientela tradicional de las marcas de alta gama. Algunos coleccionistas se enfadan bastante al ver su reloj en las muñecas de personas que han desarrollado un interés de la noche a la mañana”, ha señalado Gabella.
“Los coleccionistas de alta relojería gastan mucho dinero para poseer un reloj superconfidencial que solo ellos conocen. Este ruido en torno a Mark Zuckerberg u otras celebridades disgusta a muchos clientes históricos”, puntualiza.