El jubilado al que usurparon la matrícula del coche y recibe multas por infracciones que no cometió: “Tengo miedo de que la Policía me arreste”

Jean-Paul, de 78 años, ha sido acusado de cometer varias infracciones de tráfico en París, aunque “nunca en mi vida había estado en la capital”

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Multa enganchada entre los limpiaparabrisas
Multa enganchada entre los limpiaparabrisas y la luna delantera. (@revistas_vicio en X)

La suplantación de identidad puede ser un delito serio. Dependiendo del fin con el que se cometa, puede acarrear graves problemas legales para las víctimas que, sin tener nada que ver con los delitos, se vean vinculados a ellos. Aunque para muchos procedimientos existen varias capas de seguridad y confirmación con el fin de evitar precisamente esto, situaciones como la que se dio en este caso pueden ser algo más problemáticas.

Multas por delitos cometidos con la matrícula de un coche que lleva más de un año sin ruedas

Jean-Paul Miegemolle, un hombre francés de 78 años, se ha visto vinculado a varias infracciones de tráfico, a pesar de hacer sucedido a cientos de kilómetros de su casa. El motivo: sufrió el robo de la matrícula de un coche que no solo no usa, sino que, además, lleva más de un año sin ruedas.

“Comenzó en noviembre de 2023. Al principio pensé que se trataba de un error informático. Recibí una multa de 50 euros por una parada ilegal en la rue de Chablis, en París, en el distrito 12”, lamenta. “Esto me sorprendió porque nunca en mi vida había estado en la capital. Después de pensarlo, consideré un posible robo de matrículas”, explica el septuagenario. “Siempre me pregunto qué más me pasará. Temo que la policía me arreste por atropello y fuga después de un accidente grave”, añade, preocupado.

Una matrícula de vehículo española
Una matrícula de vehículo española (Shutterstock)

Inmediatamente, rellenó un expediente con una declaración jurada declarando que su coche nunca salió de Muret, adjuntando además varias pruebas, como facturas o declaraciones que acreditaran su presencia en esta localidad ese día. Seis semanas después, la administración respondió que se trataba de un “error de lectura” del dispositivo automático, declaró nula la penalización, y Jean-Paul pudo respirar tranquilo.

Sin embargo, un año después, volvió a ser acusado de cometer varias infracciones que, por suerte, no eran de gravedad: “He recibido cuatro multas, siempre por infracciones de aparcamiento, siempre en la región parisina. Las cantidades varían de 50 a 150 euros según el sector”. Debido a esto, y quedándole claro el origen del problema, acudió a la gendarmería de Muret el pasado 29 de noviembre para presentar una denuncia por robo de placas.

“He hecho numerosas llamadas a la prefectura, al departamento de multas e incluso al ayuntamiento de París, pero es un verdadero laberinto, lleno de gente mal informada, incapaz de ayudar”, asegura Jean-Paul, según el medio francés La Dépêche. En un siguiente intento de desvincularse de una vez por todas de los delitos cometidos con su matrícula robada, el hombre consultará a un abogado especialista o a un asesor jurídico de la Casa de la Justicia y el Derecho de Toulouse.

A pesar de las medidas que ha adoptado, Jean-Paul sigue afrontando un problema que escapa a sus posibilidades y capacidades. No es un caso aislado, además: el robo de matrículas afecta a miles de franceses cada año (22.000 ciudadanos lo sufrieron en 2022), por lo que todo indica que las soluciones o remedios vigentes son insuficientes.

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