Dos investigaciones españolas dan con la primera mejora en 20 años en el tratamiento contra el cáncer de hígado más común

La combinación de dos fármacos con la quimio ha reportado avaces significativos en la supervivencia de los pacientes

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Los investigadores Josep María Llovet
Los investigadores Josep María Llovet y Bruno Sangro han dado con las primeras innovaciones en el ptratamiento del carcinoma hepatocelular no operable en 20 años

En un avance significativo para la medicina oncológica, dos ensayos clínicos liderados por destacados investigadores españoles han demostrado mejoras en la supervivencia de pacientes con carcinoma hepatocelular, el tipo de cáncer de hígado más letal. Ambos estudios clínicos, en fase III y publicados en la revista The Lancet, representan los primeros progresos en veinte años para el tratamiento de pacientes en estadios intermedios no operables.

El carcinoma hepatocelular, el cáncer de hígado más frecuente y uno de los más mortales, es común en personas que padecen afecciones crónicas del hígado como hepatitis vírica o hígado graso. Normalmente, se trata con quimioembolización, técnica que obstruye los vasos sanguíneos del tumor y provoca la necrosis del tejido maligno. Además, esta enfermedad se identifica en estadios intermedios en un 25% de los casos, con un tumor que no puede operarse, pero que aún no ha hecho metástasis.

Durante dos décadas, la ciencia ha intentado sin éxito mejorar esta terapia, que asegura una supervivencia media de entre 20 y 30 meses para los pacientes. Ahora, investigadores del Cliníc-IDIBAPS de Barcelona y de la Clínica Universidad de Navarra han dado con dos tratamientos ‘a tres bandas’ que suponen una mejora significativa para los pacientes con cáncer de hígado.

Inhibidores e inmunoterapia contra el carcinoma

El estudio liderado por Josep M.Llovet, jefe del grupo del IDIBAPS de Investigación Translacional en Oncología Hepática, ha demostrado que la combinación de dos fármacos con la quimioembolización consigue prolongar la supervivencia libre de progresión tumoral del carcinoma hepatocelular en estadios intermedios.

Llovet propone incorporar al tratamiento tradicional Lenvatinib y Pembrolizumab. El primero, perteneciente a la familia de inhibidores de quinasas, bloquea la señalización celular que produce la división y propagación del cáncer. El segundo es un anticuerpo que ayuda al sistema inmunitario a atacar las células tumorales y cuya utilización ya ha sido aprobada en Estados Unidos.

“Elegimos estos dos fármacos porque creemos que la combinación de inmunoterapia con un inhibidor de quinasas podría prevenir la inmunosupresión presente en estos tumores, aumentando así la actividad antitumoral. También podría prevenir la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tumor, lo que incrementaría el efecto de la embolización”, ha explicado Llovet. La combinación de estos dos fármacos con la quimioembolización “disminuye el riesgo de progresión o muerte un 34%”, ha añadido.

En la investigación han participado 480 pacientes de 137 centros de todo el mundo. Los resultados han mostrado que aquellos tratados con lenvatinib por vía oral y pembrolizumab por vía intravenosa, además de la quimioembolización, conseguía una supervivencia de 14,6 meses, frente a los 10 meses habituales del tratamiento tradicional. Asimismo, la respuesta antitumoral fue del 72% frente al 50%, respectivamente.

“Creemos que esta nueva combinación de tratamiento local con tratamiento sistémico representa un cambio de paradigma en el manejo de pacientes en estadios intermedios de carcinoma hepatocelular”, ha concluido Llovet.

Tratamiento con anticuerpos

En el caso de la Clínica Universidad de Navarra, su investigador principal, el doctor Bruno Sangro, optó por combinar bevacizumab y durvalumab con la quimioembolización, dos medicamentos que ayudan a prevenir la formación de vasos sanguíneos por los que crecen los tumores y ayudan a las células inmunitarias a destruir más células cancerosas, respectivamente.

El estudio coordinado por Sangro contó con 616 participantes de 157 hospitales, a los que se dividió en tres grupos: uno recibió un tratamiento combinado con durvalumab y bevacizumab, otro fue tratado solo con durvalumab, y el tercer solo recibió placebo. De acuerdo con las conclusiones del estudio, el grupo que combinó ambos fármacos alcanzó una mediana de supervivencia libre de progresión de 15 meses, casi duplicando los 8 meses observados en el grupo con placebo.

“Los resultados suponen un avance importante en el tratamiento del carcinoma hepatocelular irresecable, porque este tratamiento retrasa el tiempo hasta la progresión de la enfermedad o de la calidad de vida de los pacientes, y es una alternativa terapéutica realista para aquellos que no pueden someterse a la cirugía”, ha afirmado Sagro.

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