El pasado lunes 6 de enero las hogueras se volvieron a encender en República Dominicana, comenzando así la octava temporada de La isla de las tentaciones, uno de los realities con más seguidores de los últimos años. Durante las próximas semanas veremos cómo las parejas luchan por su relación para salir más unidos y reforzados, mientras los solteros ponen a prueba su fidelidad.
La isla de las tentaciones, presentado por Sandra Barneda, se ha consolidado como uno de los formatos de más éxito de Telecinco junto a Supervivientes. A pesar de que la edición de 2024 registró una disminución de casi un millón de espectadores en comparación con la primera temporada, el programa sigue siendo una de las apuestas más fuertes de Mediaset.
Su formato se basa en un concepto simple: cinco parejas, que atraviesan diferentes momentos en sus relaciones, son separadas y trasladadas a dos villas de lujo en República Dominicana. Allí, durante dos meses, conviven con solteros y solteras cuyo objetivo principal es generar conexiones y, en algunos casos, tentar a los participantes emparejados. El casting, según ha recalcado Sensacine, es un elemento clave para el éxito del programa, ya que selecciona cuidadosamente a los participantes para garantizar el drama y las emociones que caracterizan al show.
Telecinco cubre todos los gastos y les da una compensación a cada concursante
El programa cubre todos los gastos de los concursantes, incluyendo el transporte de ida y vuelta, el alojamiento y las dietas durante su estancia. Además, los participantes reciben una retribución económica que varía según su rol en el programa. En el caso de las parejas, la cifra oscila entre 1.000 y 1.500 euros por persona, mientras que los solteros y solteras reciben 900 euros. Estas cifras las reveló Patricia Domínguez, conocida como Patrizienta, una influencer y youtuber que en 2020 rechazó participar en el programa debido a que consideró insuficiente la cantidad que le ofrecían. Tal y como explicó en uno de sus vídeos, el programa le ofreció “unos mil y pico euros por persona”, una cifra que calificó como baja si la comparaba con sus ingresos habituales.
Como añadido a la compensación económica durante le programa, los participantes reciben un pago adicional por asistir al reencuentro y al debate final, eventos que se realizan meses después de la grabación en República Dominicana. Esta participación les genera un ingreso extra de 300 euros. Aunque estas cifras puedan ser consideradas bajas, el verdadero beneficio económico para muchos concursantes llega tras su paso por el reality, ya que suelen obtener contratos televisivos, colaboraciones publicitarias y acuerdos con marcas gracias a los seguidores que consiguen en sus perfiles de redes sociales. Esto les permite capitalizar su exposición mediática.
A pesar de las críticas que le programa ha recibido en numerosas ocasiones por su contenido, La isla de las tentaciones sigue siendo un fenómeno televisivo que atrae a millones de espectadores. Su capacidad para generar conversaciones en redes sociales y su impacto en la cultura popular lo ha convertido en un referente dentro del género de los realities en España. El programa no solo es un éxito de audiencia, sino también una plataforma que impulsa la carrera mediática de muchos de sus participantes.
En esta octava edición, el programa busca mantener su relevancia y continuar siendo un pilar fundamental para Telecinco y demostrar por qué es uno de los programas más populares de la televisión española actual.