Probar suerte con un boleto de rasca y gana puede ser una solución rápida para ganar más de lo invertido en segundos. Pero también se puede convertir en la peor pesadilla de una persona que no consigue salir del “por uno no me ha tocado” o “a la siguiente va la vencida”.
El lunes 6 de enero, el día de Reyes, en el tribunal de Rennes (noroeste de Francia), una mujer ha sido juzgada por actos de abuso de confianza. La mujer, de 21 años de edad, fue acusada de haber robado cientos de billetes del famoso juego a su jefe, el director de un estanco.
En septiembre de 2021, el dueño de la administración tomó la decisión de despedir a la mujer por falta grave. La acusaba de jugar al rasca y gana durante su jornada laboral, sin pagar los boletos. Dos años más tarde, una vez consiguió contabilizar la deuda, decidió presentar una denuncia contra la misma, según ha informado el medio francés La Déspêche. Los daños suman ocasionados al empleador alcanzarían la cantidad de 180.000 euros.
37.000 en ganancias
Cuando fue detenida, en marzo de 2023, la exempleada explicó los hechos, confirmando parcialmente la versión de su jefe. En el juzgado declaró que, durante su jornada laboral, jugaba al rasca y gana, pero siempre pagaba los billetes. “Me jugaba mi tiempo de trabajo, sí, pero siempre pagaba todo al final del día”, declaró ante el juez.
“Siempre he tenido suerte”, se defendió, precisando que habría ganado la cantidad de 37.000 euros en el juego. El veredicto del tribunal se dará a conocer el 14 de enero de 2025.
Los peligros del rasca y gana
Según la psicóloga y experta en adicciones, Jaione Berraondo, “los ‘rascas’ son una modalidad de juego que cuneta con numerosas características para hacerlo adictivo: tienen un precio bajo, son fáciles de jugar y no requieren ninguna habilidad, todo depende del azar y las probabilidades”.
El precio de este juego oscila entre uno y cinco euros, y ofrecen premios más altos que las tragaperras, que ofrecen un máximo de 500 euros. “Son adicciones invisibles o no tan visibles como otros juegos, aunque en cinco segundos pierdes lo ganado”, recalca la psicóloga en la entrevista concebida al El Diario.
“Con lo que has ganado, compras otro rasca y lo pierdes todo. Te da adrenalina”, señala Berraondo. Esa adrenalina está causada por la inmediatez. “El juego es más adictivo cuanto menor es el tiempo entre que juegas y sabes el resultado”, según la experta.
“La lotería, por ejemplo, no es tan adictiva porque pasa un tiempo entre que compras y conoces el resultado y, por eso, tiene menor capacidad de adicción. En los ‘rascas’, en menos de diez segundos sabes el resultado, es súperadictivo”, ha indicado Berraondo.
Cabe destacar que, según la psicóloga, las poblaciones más afectadas para este tipo de juegos son los menores y las mujeres. “A los menores porque no hay control y los precios son muy bajos. En el caso de las mujeres, como tienen mayor tendencia a jugar a juegos de azar, consideramos que son más vulnerables”, ha reconocido.
Además, la publicidad también es sinónimo de atracción para este colectivo. “Al igual que las casas de apuestas deportivas van dirigidas a los hombres, los ‘rascas’ orientan su publicidad para atraer a las mujeres”, ha finalizado la psicóloga.