En 2023, Bernard Arnault le arrebató el título. Pero no tardó en recuperarlo. Y, en 2024, Elon Musk volvió a ocupar el trono de la persona más rica del mundo. El fundador de Tesla tiene un patrimonio neto que se aproxima a los 200.000 millones de dólares gracias al éxito del que gozan sus empresas. Aunque lo cierto es que, en los últimos años, ha ocupado en más de una ocasión el foco de la polémica, el multimillonario logró construir su imperio y lo ha consolidado para seguir aumentando su riqueza cada año.
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Nacido en Sudáfrica, es dueño y fundador de SpaceX, además de ser el propietario de compañías como Tesla o X. Sin embargo, ahora tendrá que compaginar su faceta como empresario con la política, después de la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, tras ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos celebradas el pasado 5 de noviembre de 2024. Y es que Musk le expresó su incondicional apoyo en diversas ocasiones, y este será ahora uno de los principales beneficiados de las políticas proteccionistas del republicano, que premiarán a los coches de Tesla, frente a los fabricantes europeos o asiáticos.
Musk ya nació en una familia rica
Elon Musk nació en 1971 en Pretoria, Sudáfrica, en una familia acomodada. Su madre, de origen canadiense, se dedicaba a la nutrición y al modelaje, mientras que su padre, sudafricano, era propietario de minas de esmeraldas.
Durante su adolescencia, sus padres se divorciaron. Más tarde, Musk decidió trasladarse a Estados Unidos para continuar su formación universitaria. Gracias a la nacionalidad canadiense de su madre, primero se mudó a Canadá y, posteriormente, obtuvo una beca para estudiar Economía y Física en Pensilvania.
Más centrado en los negocios que en los estudios
El magnate mostró desde bien temprano una inclinación hacia los negocios por encima de los estudios. En 1995, poco después de terminar su formación universitaria, fundó junto a su hermano la empresa de software web Zip2. Cuatro años más tarde, en 1999, vendieron la compañía por 307 millones de dólares, marcando el inicio de su trayectoria empresarial.
Ese mismo año, Musk creó un banco online que, tras fusionarse con otra empresa, dio lugar a PayPal, la conocida plataforma de pagos digitales. En 2002, eBay la adquirió por 1.500 millones de dólares, consolidando la reputación del sudafricano como un visionario en el ámbito tecnológico.
Continuando con su dinámica de creación de empresas, en 2002 fundó SpaceX, una compañía de tecnología aeroespacial con el objetivo de hacer posible la colonización de Marte. Actualmente, es su propietario y director, y esta desempeña un papel clave en el programa Artemis, un proyecto internacional liderado por la NASA para regresar al ser humano a la Luna.
El conglomerado empresarial de Musk incluye también Tesla, fabricante de vehículos eléctricos, y X (antes Twitter), cuya compra en 2022 desató controversias. Críticos lo acusaron de buscar controlar las redes sociales y restringir la libertad de expresión. Estas compañías reflejan su ambición de revolucionar industrias clave y consolidar su influencia global.
Estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental
El multimillonario ha aprovechado su influencia como propietario de una de las redes sociales más populares del mundo para respaldar de manera activa la campaña de Donald Trump hacia la presidencia. Este giro ha despertado interrogantes sobre el papel del magnate en la política estadounidense.
Según su biógrafo, Musk se ha definido más como un desencantado con la deriva progresista del Partido Demócrata que como un ferviente republicano. En las elecciones de 2020, Musk no emitió su voto, aunque señaló que, de hacerlo, habría apoyado a Joe Biden. Sin embargo, su postura ha cambiado drásticamente en los actuales comicios.
El empresario ha mostrado un respaldo total a Trump, utilizando su red social para amplificar mensajes favorables, realizando importantes donaciones a grupos republicanos y a la propia campaña del expresidente. Además, su participación en numerosos actos y mítines de campaña subraya el nivel de compromiso de Musk, marcando un contraste con su perfil previamente distante del escenario político.