El cambio que llega en el cálculo de la pensión de jubilación: así se determinará la cuantía el próximo año

El punto de inflexión llegará en 2026 con la entrada en vigor de un nuevo método para calcular la pensión, que permitirá elegir entre dos opciones para determinar la base reguladora

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Una pensionista realiza una consulta
Una pensionista realiza una consulta en su ordenador. (Freepik)

En 2025, el sistema de pensiones en España incorpora cambios importantes, con ajustes en la edad de jubilación y una continuidad en las bases de cálculo. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llegará en 2026 con la entrada en vigor de un nuevo método para calcular la pensión, que permitirá elegir entre dos opciones para determinar la base reguladora. Esta medida, parte de una reforma progresiva, busca adaptarse a las trayectorias laborales cada vez más inestables y beneficiar a los trabajadores.

Durante 2025, el cálculo de la pensión de jubilación continuará realizándose con base en los últimos 25 años cotizados (300 meses). Para obtener la base reguladora, la suma de las cotizaciones de este período se divide entre 350, con las últimas 24 bases computadas a valor nominal y las anteriores actualizadas según el Índice de Precios al Consumo (IPC).

Además, el periodo mínimo de cotización requerido para acceder al 100% de la pensión se mantiene en 36 años y 6 meses, el mismo aplicado en 2024. A partir de 2027, este requisito subirá a 37 años. Por otro lado, para tener derecho a una pensión ordinaria, es necesario haber cotizado al menos 15 años, de los cuales dos deben estar dentro de los últimos 15 años previos al cese laboral.

El cambio de 2026: dos opciones para calcular la base reguladora

El próximo año marcará el inicio de una transición progresiva hacia un nuevo modelo de cálculo que se desplegará entre 2026 y 2038. Este permitirá a los trabajadores optar por una de dos fórmulas para calcular su base reguladora, dependiendo de cuál resulte más favorable:

  • Mantener los últimos 25 años cotizados (300 meses), el método actual.
  • Ampliar a los últimos 29 años cotizados, eliminando los dos peores, lo que deja 27 años efectivos (324 meses).

La Seguridad Social calculará de oficio ambas opciones y aplicará la que genere una pensión más alta para el trabajador. Este cambio tiene como objetivo proteger a aquellos con carreras laborales discontinuas o con períodos de cotización más bajos.

El despliegue de este nuevo sistema será paulatino. En 2026, se tendrán en cuenta 25,16 años (302 meses), incrementándose en 4 meses por año hasta alcanzar los 29 años en 2038. Esta gradualidad busca evitar un impacto brusco en los futuros jubilados y dar tiempo a los sistemas de gestión para adaptarse.

Las pensiones contributivas subirán un 2,8% en 2025, las mínimas un 6% y no contributivas e IMV, un 9%.

Lagunas de cotización: cobertura mejorada para mujeres y colectivos específicos

Otro aspecto relevante es la integración de periodos sin cotización (lagunas) en el cálculo de la base reguladora. Para los trabajadores por cuenta ajena, las primeras 48 mensualidades sin cotizaciones se cubrirán con el 100% de la base mínima vigente en esos meses. A partir del mes 49, se integrará con un 50% de la base mínima.

Para las mujeres trabajadoras y hombres en situaciones comparables, esta cobertura se amplía: del mes 49 al 60, se aplicará el 100% de la base mínima; y del mes 61 al 84, el 80%. Esto busca reducir la brecha de género en las pensiones.

En el caso de los autónomos, se cubrirán los primeros seis meses de lagunas con la base mínima de la tabla general de cotización.

La revalorización de las pensiones

Las pensiones otorgadas en 2025 se revalorizarán en 2026 según la media interanual del IPC entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025. Este mecanismo garantiza que las prestaciones mantengan su poder adquisitivo frente a la inflación.

El sistema también mantiene las opciones de jubilación anticipada voluntaria, con una reducción de hasta 24 meses respecto a la edad legal, y jubilación anticipada involuntaria, que permite adelantar hasta 48 meses. En ambos casos, se aplican coeficientes reductores sobre la pensión en función de los meses de adelanto y del tiempo cotizado.

Por otro lado, quienes opten por demorar su jubilación más allá de la edad ordinaria podrán recibir incentivos. Estos incluyen un aumento del 4% anual en la pensión, un pago único o una combinación de ambos. Desde 2025, el incremento por demora será del 2% adicional por cada periodo superior a seis meses.

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