El reparto de la herencia entre los herederos puede suponer un conflicto de intereses. Con el fin de evitar problemas, los expertos en sucesiones aconsejan realizar un testamento que clarifique a quién corresponden y en qué porcentaje los bienes y el dinero en efectivo del fallecido. No obstante, hay ocasiones en las que incluso con este documento, los descendientes no están de acuerdo, sobre todo cuando los familiares no reciben ni un euro de la herencia, o lo que es lo mismo, cuando tiene lugar una desheredación.
Esta opción, posible en España si se cumplen ciertos requisitos como haber abandonado, prostituido o corrompido al testador (persona que hace un testamento), haberle acusado en falso de un delito que conlleve cárcel (en este supuesto la acusación debe haber sido declarada calumniosa) o por no haber denunciado su muerte violenta, entre otras causas.
En nuestro país, es habitual que los testadores argumenten distanciamiento o pérdida de relación con sus descendientes para desheredarlos. Algo similar a lo que ha ocurrido en Italia estos días con la herencia de la aristócrata Laura Borgogelli-Avveduti. Esta mujer dejó todos sus bienes y dinero a su abogado, rechazando legar algo a sus cuatro hermanos y 11 sobrinos, lo que desembocó en un conflicto legal que duró 10 años.
Denuncian el testamento por incapacidad de la fallecida
Laura murió en 2014 y su testamento era claro: sus inmuebles, cuadros, porcelanas, joyas y dinero en efectivo tenían como heredero universal a su abogado Michele Pierucci. El testamento fue redactado seis días antes de su fallecimiento y en el documento se indicaba que confiaba “ciegamente” en su abogado, tal y como recoge el diario italiano Il Resto del Carlino.
En consecuencia, sus cuatro hermanas y sus 11 sobrinos, se quedaban sin un solo euro. Estos representan su núcleo familiar más cercano, ya que Laura no tenía descendientes. Sin embargo, la situación no gustó entre los parientes y uno de ellos presentó una denuncia penal contra el abogado por presunta manipulación de la aristócrata, una persona “incapaz”. Esta demanda por rechazada por el tribunal de la localidad de Pesaro, ya que el delito había prescrito.
No obstante, un tribunal civil la aceptó a trámite y ahora, más de 10 años después del fallecimiento de la causante, ha dictado sentencia definitiva: la razón la tiene el abogado y los familiares no solo no cobrarán dinero, sino que tendrán que abonar 18.000 euros por las costas legales.
La fallecida estaba “lúcida” cuando hizo el testamento
La lucidez de la señora fue confirmada por el médico del servicio de emergencias que la visitó pocas horas antes de la redacción del testamento y por el notario que lo redactó, quien -según la sentencia- dijo que la encontró “muy lúcida, tanto que subrayó que se debía incluir el guion en su apellido, algo que, según ella, nadie hacía”.
Añadió además: “Después de que leer el testamento, la señora tomó mi mano y me dijo: ‘¿Notario, me asegura usted que este testamento tendrá ejecución?’, es decir, que tendrá validez. Obviamente le contesté, quizá ingenuamente, pero le respondí: ‘Señora, no se lo aseguro yo, sino el código civil’”.
Una testigo explicó durante el juicio que Laura Borgogelli-Avveduti tenía una relación muy cercana con el abogado Pierucci. De hecho, era a la única persona a la que permitía entrar en su casa. “Me dijo que bajo ninguna circunstancia debía volver a abrir la puerta a su sobrino. Ya llevaba muchos años sin querer verlo, así que yo hacía lo que ella decía. La única persona que tenía autorización para entrar en la casa, desde el mes de junio, era el abogado”, añadió.