España cerrará definitivamente en abril de 2025 el capítulo de las ‘Golden Visa’, el polémico programa que desde 2013 permitía a inversores extranjeros no residentes de la Unión Europea obtener permisos de residencia a cambio de realizar importantes aportes económicos en el país. La eliminación de este esquema, aprobada a través de una enmienda incluida en la ‘Ley de medidas en materia de eficiencia del servicio público de Justicia’, cierra un capítulo cuestionado por su impacto en la economía, el mercado inmobiliario y las políticas migratorias.
Según lo publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), los inversores que obtuvieron una ‘Golden Visa’ antes de la fecha de entrada en vigor de la ley podrán continuar renovando sus permisos de residencia bajo las mismas condiciones en las que fueron concedidos originalmente. Esto incluye la posibilidad de que sus familiares directos, como cónyuges e hijos dependientes, mantengan también los beneficios derivados de estas autorizaciones.
El origen de las ‘Golden Visa’: un incentivo para la inversión en tiempos de crisis
Las ‘Golden Visa’ surgieron en 2013, en el contexto de la crisis económica que golpeó a España tras el colapso financiero global de 2008. Con una economía debilitada y un mercado inmobiliario paralizado por un exceso de oferta, el Gobierno de Mariano Rajoy creó este programa dentro de la Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores, como una herramienta para atraer inversión extranjera.
El esquema ofrecía permisos de residencia a personas no pertenecientes a la Unión Europea que cumplieran con requisitos específicos, como:
- Comprar bienes inmuebles en España por un valor superior a 500.000 euros.
- Invertir más de 2 millones de euros en deuda pública española.
- Inyectar más de 1 millón de euros en acciones de empresas españolas, fondos de inversión constituidos en España o depósitos bancarios en entidades financieras nacionales.
- Crear proyectos empresariales considerados de interés general, como generadores de empleo o impulsores de la innovación.
Este programa no solo otorgaba permisos de residencia a los inversores, sino que también beneficiaba a sus familiares directos, lo que aumentaba su atractivo. Además, facilitaba la movilidad dentro del espacio Schengen.
Los beneficios económicos: luces y sombras
El impacto económico del programa fue notable en sus primeros años. Según datos oficiales, las ‘Golden Visa’ dinamizaron sectores clave como el inmobiliario, ayudando a absorber el stock de viviendas acumulado tras la crisis. En regiones como Madrid, Barcelona y la Costa del Sol, las compras de propiedades de lujo por parte de inversores extranjeros crecieron significativamente.
Sin embargo, en algunas zonas, las ‘Golden Visa’ también fueron acusadas de contribuir a la especulación inmobiliaria y al encarecimiento de los precios, dificultando el acceso a la vivienda para los residentes locales. Esto fue particularmente evidente en áreas turísticas y grandes ciudades, donde el crecimiento de la inversión extranjera impulsada por este programa coincidió con una creciente escasez de vivienda asequible.
Críticas al programa: desigualdad y especulación
Desde su implementación, las ‘Golden Visa’ enfrentaron críticas tanto en el ámbito nacional como internacional. Diversos colectivos y organismos denunciaron que el programa privilegiaba a los inversores adinerados, otorgándoles facilidades migratorias que se negaban a otros grupos, incluidos refugiados y migrantes en situaciones precarias.
Además, se señaló que las ‘Golden Visa’ convertían el derecho a residir en España en un producto comercializable, relegando los principios de equidad y justicia social. La Comisión Europea también expresó preocupación por el uso de este tipo de visados en varios Estados miembros, alegando posibles riesgos de blanqueo de capitales y corrupción.
El camino hacia su eliminación
La intención de poner fin al programa se hizo pública en 2024, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el entonces ministro José Luis Escrivá anunciaron su compromiso de revisar las condiciones de las ‘Golden Visa’. No obstante, la eliminación efectiva no fue inmediata. Finalmente, en una enmienda introducida discretamente en el proyecto de ley de eficiencia del servicio público de Justicia, se aprobó la derogación de los artículos clave de la Ley 14/2013 que sustentaban este esquema.
Con la entrada en vigor de la nueva normativa, los inversores que ya posean una ‘Golden Visa’ podrán seguir renovándola conforme a las reglas establecidas en la fecha de su concesión inicial. Sin embargo, no se aceptarán nuevas solicitudes después de abril de 2025.