“No permitiremos que se siga normalizando el fascismo en las aulas ni que se destinen recursos públicos a la promoción de ideologías que atentan contra la democracia y los derechos humanos”. Con este objetivo, el Sindicato de Estudiantes de Castilla y León ha anunciado que la Comisión Ejecutiva Autonómica de la organización presentará una denuncia formal ante la dirección provincial de educación de Valladolid tras la excursión del IES Núñez de Arce al Valle de Cuelgamuros, más conocido a pesar de su cambio de nombre y su intento de resignificación, por Valle de los Caídos.
El sábado, la organización lanzaba un comunicado en el que explicaba las razones de su denuncia, ya que las excursiones de institutos al complejo son comunes, sin embargo, en esta, conforme afirma el Sindicato de Estudiantes, a partir de “testimonios recogidos por fuentes”, “se entonaron himnos como el Cara al sol y se exhibieron banderas franquistas, mostrando una evidente connivencia con la extrema derecha y sus valores antidemocráticos”. Piden que “se depuren responsabilidades y se ofrezcan explicaciones por parte de la dirección del centro”.
“La organización de una visita a un monumento de exaltación fascista, la tolerancia hacia la exhibición de banderas franquistas y el canto de himnos autoritarios no solo constituyen una flagrante violación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática, sino también un ataque directo contra las libertades y derechos fundamentales de todo el estudiantado”, añaden en el escrito en el que asegura que llegarán “hasta el final en esta denuncia”.
La visita se llevó a cabo el pasado jueves 12 de diciembre. Los estudiantes de 2º de Bachillerato del IES Núñez de Arce fueron hasta el lugar, que en palabras de los denunciantes, “durante décadas ha sido un símbolo de la dictadura franquista y la impunidad de los crímenes del fascismo en España” y que por lo tanto “está lejos de ser un espacio neutral o educativo en el sentido democrático y pluralista que debería caracterizar a la enseñanza pública”.
Un proceso de resignificación de no avanza
El objetivo del Ejecutivo es que el ahora llamado Valle de Cuelgamuros se convierta en una lugar de reflexión y aprendizaje a través de la “resignificación” del complejo, pero cinco años de la exhumación del dictador Francisco Franco del interior del mausoleo que mandó construir a su medida la situación no ha cambiado demasiado. La Ley de Memoria Democrática, aprobada en el año 2020 por el primer Gobierno de Pedro Sánchez, estableció en el artículo 54 del texto todo lo referente a lo que debería pasar Valle de Cuelgamuros, un nombre que no se ha popularizado y que buena parte de los españoles ignora. Junto al poco publicitado cambio de nombre se establecía que el recinto sería “un lugar de memoria democrática cuya resignificación irá destinada a dar a conocer, a través de planes y mecanismos de investigación y difusión, las circunstancias de su construcción, el periodo histórico en el que se inserta y su significado, con el fin de fortalecer los valores constitucionales y democráticos”.
Ese ambicioso objetivo no se ha cumplido. Salvo el cambio de nombre, no ha habido grandes avances en ese proceso de “resignificación” prometido y anunciado a bombo y platillo por el Gobierno. Para Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que habló con Infobae España en el quinto aniversario de la exhumación del dictador, el planteamiento del Ejecutivo tiene un error de base: “No hay nada que resignificar. Hay que significar a secas, hay que llenarlo de significado democrático en el siglo XXI”.
Para Silva, esa “significación” pasa, en primer lugar, por una voluntad y un compromiso real por parte del Ejecutivo. “Solo hay que explicar qué es ese lugar y como se construyó, que se cuente la historia de los presos políticos obligados a trabajar en él y la del uso que la dictadura hizo del mismo”, aseguraba entonces. “Realmente, desde 1975 hasta hoy nadie ha intervenido en esto, y todo empieza por poner unos paneles y explicar. Si no quieren hacerlo en la zona sacralizada, hay un espacio que no está sacralizado a la entrada, donde perfectamente puedes poner unos paneles. Incluso hemos ofrecido ponérselos nosotros, pero no quieren hacerlo”, añadía.