Sin poder comer para no engordar ni un gramo, sometidas a una estricta vigilancia y bajo amenazas y castigos si no cumplían con las órdenes de las mamis.
En una nueva operación contra trata de mujeres y la esclavitud sexual, la Policía Nacional ha desmantelado tres organizaciones criminales dedicadas a la trata de seres humanos y la prostitución coactiva de las mujeres explotadas sexualmente.
Durante las entradas y registros policiales, los agentes lograron liberar a 11 mujeres, y arrestar a 12 personas -nueve mujeres y tres hombres- sospechosas de participar en dichas actividades delictivas, ha informado en un comunicado de prensa la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
No podían coger nada de peso
Los investigadores de la Policía Nacional comenzaron con las pesquisas cuando tuvieron información acerca de posibles viviendas, ubicadas en varios puntos de la capital española, donde, presuntamente, se estaba ejerciendo la prostitución en “condiciones infrahumanas”, según detalla la nota de prensa de la Policía Nacional a la que ha tenido acceso Infobae España.
Como sucede en muchas organizaciones delictivas dedicadas a la explotación sexual de mujeres, y según se ha constatado en la investigación llevada a cabo por los agentes, en una de las operaciones, existían las figuras de las mamis -mayoritariamente mujeres- quienes repartían el trabajo entre las víctimas, obligándoles a ejercer la prostitución entre 15 y 20 días de forma ininterrumpida.
Asimismo, la Policía Nacional ha informado de que dichos roles, jerárquicamente superiores, forzaban a las mujeres explotadas a no ingerir ningún tipo de alimento a partir de una determinada hora. Las víctimas debían lucir la misma imagen y el mismo cuerpo que aparecía en el catálogo ofrecido a los clientes.
El estricto control que las trabajadoras sufrían se materializaba, también, por medio de una permanente vigilancia, incluso en las zonas de descanso, y con unos horarios establecidos.
Servicios sexuales ‘a la carta’
Como si se tratase de un negocio lícito que ofrece cualquier tipo de servicio, la Policía Nacional ha explicado, en su comunicado de prensa, que contaban con un “cuadrante de servicios sexuales”, es decir, una agenda con los servicios que cada una de las trabajadoras podía ejercer para que las mamis controlasen eficientemente “las peticiones de la clientela”.
Si las mujeres liberadas se negaban a ejercer un servicio demandado por los clientes, sus jefes les amenazaban y castigaban. Un detalle que muestra las condiciones deplorables y la explotación sexual a las que estaban sometidas las trabajadoras reside en que, cuando les llegaba la menstruación, debían colocarse una esponja en la vagina para que los clientes no se diesen cuenta y poder continuar con las prácticas sexuales.
Sustancias estupefacientes y estimulantes sexuales
Una vez que se identificó a todas las personas presuntamente involucradas en estas actividades ilícitas, que atentan contra las mujeres, se organizaron varias operaciones policiales, en los meses de octubre y noviembre, que llevaron a la detención de 12 personas y la liberación de 11 mujeres.
Durante los registros de los domicilios, se intervino dinero, sustancias estupefacientes y estimulantes sexuales -aparentemente usados para que los clientes que acudían a estos establecimientos desembolsaran una mayor cantidad de dinero-, así como material electrónico y documentación relativa a este negocio ilícito, según se indica en la nota de prensa policial publicada el 3 de enero de 2025.