Por segundo año consecutivo, Laura Escanes y Miki Núñez se han encargado de despedir el año en TV3 desde un escenario emblemático: la Font Màgica de Montjuïc en Barcelona. La esperada celebración al aire libre no solo congregó a miles de personas allí, sino que también capturó la atención de millones de espectadores, especialmente interesados en la simpatía de la pareja y el vestido que lució la presentadora, cuyo estilo ha vuelto a ser el tema de conversación.
Siguiendo una tradición creada por Cristina Pedroche, Escanes se enfundaba en una capa que ocultó hasta el último momento un homenaje a su tierra natal a través de un diseño de alta costura. Este año, su elección fue un espectacular vestido asimétrico de corte sirena diseñado por Yolancris, una firma barcelonesa que se destaca por sus trabajos manuales y piezas únicas de vestidos de novia. Mientras en 2023 apostó por un estilo inspirado en el Art Déco, en esta ocasión, la presentadora optó por una creación que celebra la esencia del Mediterráneo y la naturaleza, todo ello plasmado en un look con referencias a la ciudad condal.
El vestido, que fusiona tradición y modernidad, fue confeccionado de forma completamente artesanal. Una de las características más destacadas de esta creación es el intrincado trabajo en el busto, que incluye más de 60 elementos únicos elaborados a mano sobre un encaje de lujo. Sin embargo, lo que más llamaba la atención son las mangas-capa, que combinan hombreras caídas con flecos de manila hechos de seda y cuentas de cristal. Estas aportaban un movimiento elegante al vestido, especialmente bajo las luces de cámara.
El resultado final es una oda al mar y la naturaleza, pero también un ejemplo de la excelencia de la alta costura catalana fusionado en un “vestido de novia”. “Desde Yolancris nos hemos asegurado en todo momento de que Laura se sintiera cómoda y radiante, acompañándola en sus segundas campanadas de fin de año”, ha señalado Yolanda a Vanitatis.
Antes de revelar su impresionante vestido, Laura Escanes apareció envuelta en un abrigo piramidal en tono champagne, también diseñado por Yolancris. Este gesto mantuvo el misterio sobre su look final hasta escasos minutos antes de las doce campanadas. El abrigo, romántico y sofisticado, fue el preludio perfecto para un estilismo que no dejó indiferente a nadie.
El conjunto se complementó con accesorios de firmas españolas. Las joyas, creadas por Rabat, incluyeron un pendiente trepador de oro rosa con diamantes, unas criollas a juego y anillos minimalistas. Además, la influencer optó por unas sandalias doradas de plataforma y tacón ancho de Pedro Miralles, que añadieron un toque moderno al conjunto.
El maquillaje y peinado de Laura, diseñados por Pablo Macías, estuvieron inspirados en la Época Dorada de Hollywood, con un guiño a los estilos noventeros. El maquillaje destacó por un efecto “foxy eye” que alargó su mirada, mientras que su cabello recogido en un peinado con raya lateral y cordones salomónicos evocó la sofisticación de Jennifer Aniston en los años 90.
Un símbolo de conexión y orgullo
El vestido de Laura no fue solo un look para despedir el año; también simbolizó un fuerte vínculo con su tierra natal y los valores de la moda sostenible y artesanal. Aunque esta es la segunda vez que Escanes se viste de novia para un evento importante, la primera fue en su boda con Risto Mejide hace siete años, el simbolismo del vestido trasciende la moda representando un homenaje a sus raíces y una declaración de su evolución personal y profesional. La joven ha sido envuelta en halagos en redes sociales y vuelve a coronarse como una de las mejor vestidas en una noche en la que ha competido contra Cristina Pedroche, Lalachus y Blanca Romero, entre otras.