La mejor forma de comprobar tu nómina: estos son los dos datos que hay que revisar para averiguar si la empresa te está pagando el sueldo que corresponde

Es fundamental saber leer el documento en el que se registra el salario que se recibe cada mes, ya que este también es el justificante de que se han realizado las retenciones de Hacienda y la Seguridad Social

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Saber leer la nómina es
Saber leer la nómina es imprescindible para asegurarse de que se cobra lo que corresponde. (Freepik)

Saber leer una nómina no es una tarea sencilla para un buen número de asalariados. Los diversos conceptos que aparecen en ella, tales como devengos o deducciones, por ejemplo, llegan a convertirse en un jeroglífico para ciertos trabajadores. Pero lo cierto es que estos deben tener unos conocimientos mínimos del documento que les entrega cada mes su empresa, y que refleja el pago de sus servicios. De ahí la importancia de saber revisar de forma correcta los dos datos que son claves y que permiten comprobar que se recibe el sueldo que debería.

En ocasiones, existe la posibilidad de que la empresa cometa algún error y pague de menos al empleado, por lo que es imprescindible que se compruebe siempre todos los conceptos que contiene la nómina. Y es que este documento no solo indica el salario, sino también los pagos a Hacienda y la Seguridad Social. A su vez, es el justificante de que el trabajador ha cobrado y de que se han realizado las retenciones de IRPF.

Así, en caso de que se detecte algún fallo, debe notificarse cuanto antes al empleador, para que pueda resolverlo a la mayor brevedad posible y se eviten problemas futuros. Por ello, hay que revisar de manera exhaustiva dos conceptos muy relevantes: el grupo de cotización y la antigüedad. Hay que tener en consideración que, aunque las nóminas suelen tener diseños distintos, todas deben seguir el modelo establecido en la Orden ESS/2098/2014 y en cumplimiento del artículo 104.2 de la Ley General de la Seguridad Social.

Los dos conceptos clave de una nómina

Trabajadores en oficina. (Europa Press)
Trabajadores en oficina. (Europa Press)

El grupo de cotización, identificado como ‘G.C.’ o ‘Tarifa’ en la nómina, establece la categoría profesional del trabajador según el convenio colectivo aplicable. Este dato resulta esencial, ya que determina tanto el salario mínimo asignado a cada categoría como las bases de cotización que influyen directamente en el salario mensual y en derechos futuros, como la pensión de jubilación.

Los grupos de cotización, organizados de mayor a menor, se distribuyen en las siguientes categorías:

  • Ingenieros y licenciados
  • Ingenieros técnicos y ayudantes titulados
  • Jefes administrativos y de taller
  • Ayudantes no titulados
  • Oficiales administrativos
  • Subalternos
  • Auxiliares administrativos
  • Oficiales de primera, segunda y tercera
  • Peones
  • Trabajadores menores de 18 años, sin importar su categoría

La correcta asignación es fundamental para asegurar que el salario y las bases de cotización cumplan con los mínimos establecidos. Un error en esta clasificación podría traducirse en pérdidas económicas o cotizaciones insuficientes. Por ejemplo, si un empleado realiza funciones propias de una categoría superior a la indicada en su grupo, su cotización podría ser inferior a la que corresponde, afectando negativamente el cálculo de su futura pensión de jubilación.

Otra cuestión clave en la que hay que fijarse en la nómina es la antigüedad. Esta desempeña un papel relevante en aspectos laborales, como el cálculo de indemnizaciones por despido y el incremento del salario base estipulado en el convenio colectivo. En general, a mayor antigüedad, mayor será el salario base, lo que impacta directamente en la nómina del trabajador.

Guía para saber leer y entender una nómina salarial

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La gran pérdida de la clase trabajadora: sus salarios rozan el poder adquisitivo de 2019, pero ni se acercan al de hace 15 años.

Conocer y analizar la nómina es fundamental para cualquier trabajador, ya que permite verificar que los pagos realizados por la empresa sean correctos y se ajusten a lo estipulado en el contrato o convenio colectivo. A continuación, se desglosan los principales conceptos que aparecen en este documento:

  • Salario base: representa la remuneración mínima por los servicios prestados. Este importe no puede ser inferior al establecido en el convenio colectivo correspondiente al grupo profesional del trabajador, y debe figurar claramente en la nómina.
  • Antigüedad: este complemento incrementa el salario conforme aumentan los años de permanencia en la empresa. Se calcula como un porcentaje del salario base y se aplica tras un periodo determinado, según lo establecido en el convenio colectivo. Dado que la nómina no siempre indica la fecha de inicio del contrato, es importante revisar este dato por separado.
  • Conceptos salariales adicionales: incluyen complementos específicos como productividad, nocturnidad o responsabilidad, entre otros. Estos varían según la política de la empresa y pueden influir en el importe neto percibido, incluso si ha habido un aumento del salario bruto.
  • Pagos en especie: parte del salario puede entregarse en forma de beneficios no monetarios, como vales de comida o transporte. Sin embargo, estos no pueden superar el 30% de la retribución total y, en cualquier caso, el salario en efectivo nunca debe ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vigente.
  • Deducciones: incluyen las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). Estas cantidades, descontadas del salario bruto, financian derechos como pensiones, prestaciones por desempleo y bajas por incapacidad.
  • Porcentaje de retención: el IRPF se calcula según el salario y la situación personal y familiar del trabajador. Cualquier cambio, como matrimonio o nacimiento de hijos, debe ser comunicado para ajustar este porcentaje correctamente.
  • Salario bruto anual: refleja los ingresos totales antes de deducciones a lo largo de un año, calculados a partir de la base de cotización indicada en la nómina. Este dato es clave para comprobar que el salario pactado en el contrato o convenio se respeta.
  • Salario neto: es el monto final que el trabajador recibe después de deducir las cotizaciones y retenciones fiscales. Representa el dinero disponible tras cumplir con las obligaciones legales y fiscales.